
Investigadores en Ecuador han encontrado una especie de tortuga perdida hace mucho tiempo. Esta semana, funcionarios del gobierno y asociaciones de conservación confirmaron que una tortuga gigante descubierta hace tres años pertenece a una especie que anteriormente se creía extinta por más de un siglo.
“La esperanza está intacta”, tuiteó el titular del Ministerio de Medio Ambiente y Agua del país, Gustavo Manrique.
Científicos del Parque Nacional Galápagos y Galapagos Conservancy encontraron la tortuga en un viaje de febrero de 2019 a la isla Fernandina, una de las Islas Galápagos. La apodaron Fern.
Tras encontrar a Fern, los investigadores estaban bastante seguros de que era miembro de la especie Chelonoidis phantasticus, más conocida como la tortuga fernandina de Islas Galápagos. Pero aún tenían que confirmar su corazonada. Para ello, enviaron una muestra de sangre de Fern a un laboratorio de genética de la Universidad de Yale, que confirmó oficialmente sus sospechas el pasado martes. Los dos equipos de investigadores estaban encantados. Fern reside ahora en un centro de conservación de vida silvestre. En caso de que se lo pregunten, parece estar muy bien. ¡Miren esa linda naricita rosada!
Se pensaba que las tortugas de la especie de Fern habían sido completamente aniquiladas por la actividad volcánica en isla Fernandina. La última Chelonoidis phantasticus fue vista en la isla en 1906. Desde entonces, el volcán de la isla ha entrado en erupción 22 veces.
Los científicos ahora están tratando de financiar una serie de expediciones de investigación por la isla para ver si hay más de estas tortugas por ahí. Esperan especialmente encontrar un macho que pueda ser compañero de Fern y, con suerte, ayudar a salvar la especie. Si tienen éxito, planean llevar a la tortuga a, eh... tener una reunión con Fern en un centro de cría en Santa Cruz, una isla del Parque Nacional Galápagos en Ecuador.
“Uno de los mayores misterios de Galápagos ha sido la tortuga gigante de la isla Fernandina. El redescubrimiento de esta especie perdida pudo haber ocurrido justo a tiempo para salvarla ”, dijo James Gibbs, vicepresidente de ciencia y conservación de Galapagos Conservancy y experto en tortugas de la Universidad Estatal de Nueva York, en un comunicado. “Ahora necesitamos con urgencia completar la búsqueda de la isla para encontrar otras tortugas”.
Las tortugas, especialmente estas gigantes, juegan un papel crucial en los ecosistemas de las islas. Dispersan semillas al comer y defecar alrededor de sus hábitats, y cuando se mueven, sus cuerpos pesados y sus pies aplanan caminos que utilizan animales más pequeños para moverse.
Los investigadores están particularmente ansiosos en su búsqueda porque esto ya ha pasado antes. En 1971, un biólogo encontró una tortuga gigante macho de otra variedad que se pensaba que había desaparecido, la especie Chelonoidis abingdoni. Los científicos lo apodaron el Solitario George, y el nombre resultó ser apropiado. A pesar de sus esfuerzos por encontrarle pareja , la tortuga murió en cautiverio en 2012, y los investigadores una vez más declararon la especie extinta.

“Deseamos desesperadamente evitar el destino de Solitario George”, dijo Danny Rueda Córdova, Director del Parque Nacional Galápagos, en un comunicado.
Los científicos tienen motivos para la esperanza. En la expedición de 2019 donde encontraron a Fern, los guardaparques del Parque Nacional Galápagos también encontraron señales en forma de huellas y caca de al menos otras dos tortugas merodeando por la isla. Con suerte, Fern no será Solitaria Fern.