
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva bajo la Ley de Poderes Económicos Internacionales de Emergencia para bloquear las transacciones estadounidenses con Bytedance, la matriz de TikTok, a partir del 20 de septiembre. La orden alude a una “emergencia nacional” y no viene sola: Trump veta también Tencent (WeChat, Riot Games...) desde el mismo día.
“La expansión en Estados Unidos de aplicaciones desarrolladas por compañías chinas amenaza la seguridad nacional, la política extranjera y la economía del país”, dice la orden. TikTok, que ha sido descargada 175 millones de veces en Estados Unidos y mil millones en todo el mundo, “captura automáticamente grandes cantidades de información de sus usuarios, incluida su actividad en internet, como la ubicación y los historiales de navegación y búsqueda”.
“Esta recopilación de datos —añade— amenaza con permitir que el Partido Comunista Chino acceda a información personal y privada, haciendo posible que China siga la ubicación de empleados y contratistas federales, genere dosieres de información personal para extorsión y lleve a cabo espionaje corporativo”.
La Casa Blanca acusa a China de aprovechar el altavoz de TikTok para difundir “campañas de desinformación en favor del Partido Comunista Chino”, como “teorías de la conspiración desmentidas sobre el origen del coronavirus”. También se acusa a TikTok de censurar “contenido políticamente sensible” para el gobierno chino, como las protestas en Hong Kong y el trato inhumano que tiene el gobierno con los uigures y otras minorías musulmanas.
TikTok negó el sábado las acusaciones sobre privacidad y el acceso del gobierno chino a los datos personales. “Los datos de usuario de TikTok Estados Unidos se almacenan en Estados Unidos con controles estrictos sobre el acceso de los empleados”, dijo un portavoz de la compañía en un comunicado. “Estamos comprometidos a proteger la privacidad y seguridad de nuestros usuarios a medida que trabajamos para brindar alegría a las familias y carreras profesionales a aquellos que crean contenido en nuestra plataforma”.
La orden prohíbe a todas las personas o empresas que se encuentren bajo jurisdicción de Estados Unidos realizar cualquier tipo de transacción con ByteDance, pero no entra en vigor hasta dentro de 45 días.
Una orden paralela veta también a Tencent, la dueña del servicio de mensajería WeChat y varios desarrolladores de videojuegos: Riot Games (League of Legends, Valorant), Supercell (Clash of Clans), Grinding Gear Games (Path of Exile), Funcom (Conan Exiles, Age of Conan) y el 40% de Epic Games (Fortnite).
Pero el envite se centra en WeChat. Trump acusa a China de estar usando el servicio de mensajería para vigilar a los ciudadanos chinos que “disfrutan por primera vez en sus vidas de la libertad” cuando visitan Estados Unidos. También acusa a WeChat de censurar contenido políticamente sensible para el gobierno chino y de difundir campañas de desinformación en favor del Partido Comunista. Muchas personas usan WeChat desde Estados Unidos y todas partes del mundo para comunicarse con sus contactos en China, donde es mucho más que una app de mensajería (se usa para pagos móviles e infinidad de cosas).
La orden en sí es inusual y podría acabar en los tribunales. Según The Verge:
El poder ejecutivo tiene el poder de imponer sanciones contra individuos y corporaciones colocándolos en la “lista de entidades”, como hizo Estados Unidos contra Huawei y ZTE el año pasado. Pero tales sanciones generalmente las establece el Departamento de Comercio en lugar de la Casa Blanca, y están sujetas a un procedimiento específico de elaboración de reglas que parece haber sido cortocircuitado por la orden ejecutiva sorpresa.
El presidente también tiene el poder de obligar a la desinversión de empresas estadounidenses de propiedad extranjera a través del Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (o CFIUS). Pero hacerlo también requiere un proceso específico que parece haber sido descartado en favor de una orden ejecutiva más amplia.
No está claro cómo afectará la orden a la capacidad de TikTok para operar a corto plazo. A diferencia de Huawei y ZTE, la compañía no necesita licencias para operar su red, y nada en la orden parece requerir que las tiendas de aplicaciones dejen de alojar la aplicación. Sin embargo, cubre explícitamente las subsidiarias de Bytedance, específicamente la división TikTok con sede en Estados Unidos, y se aplicará a todas y cada una de las transferencias financieras hacia y desde esas subsidiarias. Como resultado, es probable que TikTok solicite la suspensión de la orden en un tribunal o se vea obligada a interrumpir abruptamente los servicios cuando entre en vigor.
En cuanto al plazo de 45 días, parece ideado para que una empresa estadounidense compre TikTok o partes de su negocio antes de la entrada en vigor. Microsoft confirmó el domingo su interés en una adquisición. El CEO de la compañía, Satya Nadella, habló con Trump sobre la posibilidad de adquirir las partes de TikTok que operan desde Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, aunque el acuerdo no está cerrado. Trump contestó que el gobierno debería llevarse una tajada de la hipotética compra al haberla facilitado, pero la orden no menciona en ningún punto esta cuestión.
Microsoft se comprometió a finalizar las negociaciones antes del 15 de septiembre, lo que sugiere que la orden entrará en vigor el 20 de septiembre para que la compañía tenga margen para cerrar la adquisición. Una de las cuestiones que está extendiendo estas negociaciones es que Microsoft quiere comprar todo el negocio de TikTok fuera de China, incluidas sus operaciones en Europa y la India, su mayor mercado. Esto supondría un desembolso de 50.000 millones de dólares, según las últimas valoraciones del servicio.
Mientras tanto, Facebook ha lanzado Reels, un clon de TikTok integrado en Instagram que busca atraer creadores de contenido a base de chequera.