
El área de New Port Richey del condado de Pasco (Florida), se encuentra actualmente bajo medidas de cuarentena. La razón: una inusual invasión de caracoles terrestres africanos gigantes, unas criaturas que pueden llegar a alcanzar los 20 centímetros.
Sin embargo, su altura no es realmente lo que ha puesto en alerta a la población. Estos caracoles son dañinos para la vegetación y la agricultura debido a su enorme apetito, e incluso pueden alimentarse de huesos de cadáveres cuando escasean otros alimentos ricos en calcio. Además, también representan una amenaza directa para la salud humana, ya que portan el parásito Angiostrongylus cantonensis, que se sabe que causa meningitis en humanos.
De hecho, estos caracoles gigantes suelen anunciarse como “uno de los caracoles más dañinos del mundo”. Desde que se tuvo constancia de su llegada, las autoridades del condado de Pasco instaron al público a informar sobre avistamientos de caracoles y emitieron un cartel de búsqueda. Según se leía en la advertencia del Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida (FDACS):
Estos caracoles podrían ser devastadores para la agricultura y las áreas naturales de Florida, ya que causan grandes daños en los ambientes tropicales y subtropicales. Los caracoles también representan un grave riesgo para la salud de los humanos al portar el gusano pulmonar de la rata, que se sabe que causa meningitis en los humanos.
Por todo ello, el área ha activado un tipo de cuarentena en el condado que prohíbe el movimiento de caracoles, “plantas, partes de plantas, plantas en el suelo, tierra, desechos de jardín, escombros, compost o materiales de construcción” fuera del área sin aprobación. Además, las autoridades están utilizando carnada para caracoles para tratar de atrapar o matar las plagas.
En cualquier caso, no es la primera vez que Florida se ve afectada por un brote de caracoles. Estos son nativos del este de África, pero son populares entre algunos dueños de mascotas exóticas. Una criatura que puede producir hasta 2500 huevos por año, lo que dificulta el control de la población.
Tal es la circunstancia, que actualmente se cree que erradicar totalmente la actual plaga podría llevar hasta tres años de trabajos. [IFLScience]