Dicha autenticación se realiza mediante dos métodos biométricos. Uno es un sensor de huellas dactilares en la empuñadura que identifica el dedo medio del usuario. Por norma general, una empuñadura de pistola está diseñada para que cuando el usuario la agarre, la mano descanse exactamente en la posición correcta. Dado que una de las razones por las que fallan los sensores de huellas dactilares es que el usuario los toca en el ángulo equivocado, la posición de agarre minimiza esto.

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Imagen: Biofire
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En cuanto al problema de la posible suciedad, Smart Gun también tiene un sistema de reconocimiento facial 3D en la parte posterior del arma. La idea es que si el sistema de huella dactilar falla, el reconocimiento facial no lo haga, y viceversa. Y como plus, cuenta con un sensor de infrarrojos en la parte trasera de la empuñadura que le dice al sistema que el usuario aún sostiene el arma, lo que evita la necesidad de que el sistema pierda tiempo y energía reafirmando la identidad del usuario una y otra vez.

Según ha explicado Kai Kloepfer, director ejecutivo y fundador de Biofire:

El enfoque de Biofire es totalmente novedoso: hemos aplicado principios de ingeniería de alta precisión para tener un impacto significativo en las muertes evitables por armas de fuego entre los niños. Como resultado, Biofire ahora ofrece el arma de fuego de consumo más avanzada tecnológicamente que la industria jamás haya visto. Biofire Smart Gun dispara como cualquier arma de fuego de alta calidad, pero también se siente como si estuviera sosteniendo el futuro en tu mano. Esta es una nueva era en la seguridad de las armas de fuego impulsada por la ambición y el optimismo, motivada por la idea de que, de hecho, podemos ayudar a salvar la vida de las personas.

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Imagen: Biofire

Por cierto, la compañía asegura que el arma no depende de Wi-Fi, Bluetooth o GPS, por lo que no se puede acceder de forma remota a los datos biométricos programados y el arma no se puede convertir para que actúe como una pistola convencional. Su precio de venta en Estados Unidos será de 1.499 dólares y se enviará bajo las mismas regulaciones que un arma de fuego convencional.