
Un equipo de científicos de la Universidad de Sichuan, al suroeste de China, ha creado un pequeño pez robot capaz de “comerse” los microplásticos que hay en el agua.
Estos robots con forma de pez tan solo miden 1,3 centímetros de largo, informa Reuters y su material ha sido inspirado en el nácar. El nácar es el material del que están hechas las perlas y puede ser flexible y duradero, por eso los investigadores buscaron diseñar un material similar para el cuerpo del pez. Este pequeño pez se impulsa con la luz y puede absorber las partículas de plástico que flotan en el agua.
Pero, ¿qué sucede si un pez real se traga al pez robot? Según los investigadores, este diminuto robot está hecho de un poliuretano biocompatible que no dañaría a ningún animal salvaje. Los detalles de la investigación han sido publicados en la revista Nano Letters.
Esta solución experimental es un poco peculiar y no parece muy práctica para probarla a gran escala, pero necesitamos urgentemente formas de reducir el plástico que invade nuestras aguas (y aparentemente todo lo demás). Los científicos incluso encontraron plástico por primera vez dentro de la sangre de algunas personas en una investigación publicada recientemente. El impacto total de todo este plástico en los humanos no está del todo claro, pero un informe de 2020 de la Sociedad Endocrina y la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes describió más de 140 productos químicos que se encuentran en los plásticos habitualmente y que podrían suponer una importante amenaza para la salud mundial.
Una solución aún más efectiva sería que las grandes corporaciones dejasen de producir y usar tanto plástico, puesto que una gran parte de él no se recicla. Incluso los llamados bioplásticos tienen un montón de problemas añadidos. Estos pequeños robots son una solución imaginativa, pero no servirán para paliar esta enorme crisis.