
Un estudio recién publicado arroja nueva luz sobre los efectos a largo plazo que sufren las personas enfermas de Covid. El estudio se ha basado en los datos recopilados por las pulseras y relojes Fitbit de varios cientos de usuarios y revela que la enfermedad sube el ritmo cardíaco durante dos a tres meses.
Un equipo de investigadores del Instituto Scripps de Investigación en california quisieron comprobar si los dispositivos cuantificadores pueden ser de utilidad a la hora de detectar de forma temprana enfermedades como el covid-19. En marzo de 2020, los científicos iniciaron el denominado programa DETECT, cuyo objetivo era precisamente estudiar los datos provenientes de pulseras Fitbit.
Los resultados del estudio acaban de publicarse en JAMA Network y se centran en qué es lo que los cuantificadores detectan cuando el usuario que los lleva ha sido diagnosticado con la enfermedad. Para ello se dan centrado en 875 personas que acudieron al médico con síntomas respiratorios agudos. 234 de ellos dieron positivo en el test. Todos ellos cedieron sus datos de Fitbit de manera voluntaria para el estudio.
¿Qué es lo que han descubierto? Las personas enfermas de Covid-19 experimentan un descenso en las pulsaciones en reposo poco después de contraer la enfermedad. Poco después el ritmo cardíaco en reposo sube respecto a lo normal y se mantiene así durante mucho tiempo después de haber pasado lo peor de los síntomas. La actividad física se reduce de manera importante y hasta el cómputo de pasos baja respecto a lo que era normal antes.
La actividad física normal tarda una media de 32 días en volver a niveles pre-Covid. El ritmo cardíaco en reposo no desciende hasta pasada una media de 79 días. En cuanto al sueño. La calidad de reposo previa a la enfermedad tarda 24 días en recuperar los niveles normales. Un pequeño porcentaje de pacientes (el 13,7%) sigue mostrando un pulso de base demasiado elevado durante mas de 133 días (más de cuatro meses).
Los autores explican que es el primer estudio de este tipo que examina datos de cuantificadores a largo plazo y que los resultados pueden ser de gran utilidad a la hora de estudiar el impacto físico de lo que se ha dado en denominar el Covid largo. Algunas personas experimentan síntomas de la enfermedad durante mucho más tiempo de lo normal. Aún no se sabe con seguridad cuál es la causa. Una de las hipótesis es que la enfermedad una disfunción autonómica del sistema nervioso que provoca alteraciones en procesos del organismo que se regulan de forma involuntaria, como el ritmo cardíaco. Otra de las hipótesis al respecto apunta a la inflamación crónica de ciertas partes del organismo post-Covid como la fuente del problema.
No hay ningún estudio concluyente hasta la fecha, pero este en concreto es de los pocos que ha podido comparar los síntomas de personas con Covid-19 confirmado con los de personas con otras afecciones respiratorias u otras dolencias. Es un punto importante para descartar que los efectos registrados por las pulseras se deban a cualquier problema respiratorio.
Los autores reconocen una limitación al estudio, y es que examina datos una vez la enfermedad ha empezado, por lo que difícil relacionar los efectos a largo plazo con los que se producen al poco de contraerla. en general, los investigadores creen que hay una correlación entre sufrir síntomas más graves al comienzo, con sufrir alteraciones del ritmo cardíaco durante más tiempo. El siguiente paso es seguir estudiando los datos de enfermos a más largo plazo. [JAMA Network]