
Hay quienes creen que con el paso de los años, algunos estilos de juegos más “clásicos” quedarán en el olvido. Pero cada cierto tiempo sale un nuevo título con una jugabilidad clásica en el que muchísimos gamers invertirán horas y horas, y nos recuerda que estos juegos nunca dejarán de ser interesantes; un juego de plataformas, un roguelike, un juego de combate por turnos, o en el caso de Fire Emblem Engage, un juego rol táctico para Nintendo Switch.
Porque efectivamente, la saga Fire Emblem es reconocida como una de las más icónicas y con mayor legado en cuanto a juegos de rol táctico. Es decir, un juego en el que el jugador controla a un grupo de unidades en un campo de batalla, y tiene que enfrentarse a un batallón enemigo, gestionando recursos, habilidades y recorriendo casillas al mejor estilo de un tablero de ajedrez, por así decirlo.
Y tras muchas horas de campaña e incontables combates, he podido comprobar que Fire Emblem Engage es uno de los mejores títulos recientes de la saga en jugabilidad, aunque queda un poco rezagado en cuanto a la historia, si lo comparamos con títulos anteriores, especialmente con Fire Emblem: Three Houses. La historia de Engage es interesante, pero la de Three Houses era mejor y ofrecía una serie de decisiones clave en algunos momentos del juego que tenían consecuencias en la trama. Engage, en cambio, es más lineal, y cuenta con una sola historia, a diferencia de Three Houses que contaba con tres arcos, uno basado en cada facción del juego.

Esa es la mayor diferencia narrativa entre los dos últimos Fire Emblem, que Engage es un regreso a esos Fire Emblem más clásicos en los que un protagonista, en este caso Alear, un “dragón divino” considerado una deidad en su mundo, Elyos, debe salvar al mundo del “Dragón caído”, un villano al que ya se enfrentó mil años antes de la historia del juego. Y para enfrentarlo deberá contar con la ayuda de 12 “anillos de emblema”, los cuales dan una gran variedad de opciones y versatilidad en el combate.
En esencia esa esa la trama inicial del juego, involucrando a múltiples reinos, algunos con una moral un poco más gris, y otros que sí deciden apoyar al protagonista y su grupo, además de un reino aliado con el villano del juego. Pero lo más importante en Engage es el combate. El combate es la columna vertebral del juego.
Cada uno de esos anillos emblema que mencioné incluye a un personaje protagonista de juegos Fire Emblem anteriores, incluyendo a los míticos Marth, Roy, Lucina y muchos otros. Cada emblema tiene sus propias habilidades, y por ende, otorgan distintas habilidades a los personajes con los que los combinamos. Esa es una mecánica que ofrece muchísimas opciones; dependiendo de qué personaje use qué anillo, podremos mezclar clases y aprovechar distintas ventajas de una o la otra. La clave es experimentar y diseñar estrategias en torno a cómo combinamos los personajes y sus anillos.


En el combate también regresa el conocido triángulo de las armas y sus debilidades y fortalezas: las espadas son más fuertes ante las hachas, las hachas derrotan a las lanzas y las lanzas a las espadas, al mejor estilo de piedra, papel o tijeras. Además, Engage presenta una nueva mecánica, la ruptura de postura. Si tu unidad ataca a un enemigo en desventaja según el triángulo, lo desarmará y no podrá contraatacar ese turno. Lo mismo pasa si un enemigo ataca una de tus unidades. La mecánica funciona para ambos bandos.
Por supuesto, como ya mencioné, es un juego de rol táctico, por lo que cada personaje tiene una cantidad determinada de “casillas” por las que puede moverse, cierto alcance en sus ataques o habilidades, y los enemigos en el campo de batalla también. Los mapas son variados y de distintos tamaños, algunos más grandes que otros y con diferentes obstáculos, lo que le da otra capa de complejidad al juego, analizar el terreno y sus particularidades. Y por supuesto, Engage cuenta con un modo de “muerte permanente”, lo que significa que si una de tus unidades cae en combate, caerá para siempre. O puedes elegir jugar sin muerte permanente para no estresarte o preocuparte tanto por los personajes.


Porque recuerda, más allá de ser unidades, son personajes que irás conociendo durante al menos 50 horas de juego, o mucho más, dependiendo del ritmo al que avances y cuanto contenido opcional hagas, como misiones secundarias o “escaramuzas” de entrenamiento. Si bien Engage no tiene un elemento social tan implementado como Three Houses, sí permite crecer y mejorar las relaciones de los personajes para ofrecer distintos beneficios en combate. Todo esto, en conversaciones posteriores a las batallas, o en el “Somniel”, una especie de base donde se encuentran todos los personajes y puedes realizar diferentes actividades y minijuegos, además de acceder al modo multijugador, que es opcional.
En general, Fire Emblem Engange trae de regreso algunas mecánicas clásicas de la saga, pero con un estilo más moderno, un apartado visual precioso y una banda sonora intensa y emocionante cuando tiene que serlo. En el juego, el combate es lo más importante, pero también lo es la posibilidad de volver a ver a personajes que quizás viste hace años, décadas incluso, y conocer a otras leyendas nuevas de esta saga. Un título que sirve como tributo al pasado sin dejar de ser un muy buen juego con su propia personalidad.