
Android Automotive, la plataforma de infoentretenimiento basada en el sistema operativo móvil de Google, ha ido despegando lentamente hasta la fecha. Solo llegó a unos pocos modelos, principalmente de Volvo y Polestar, aunque ha sido anunciada para los futuros coches de General Motors, Ford, Renault y Stellantis.
Es una pena, porque es un sistema operativo realmente bueno. En el CES 2020 pude probar el sistema basado en Android de Volvo en un XC40, y me demostró que claramente había sido diseñado con mucho cuidado y que todo iba súper fluido. Este martes, en la conferencia anual de desarrolladores I/O de Google, la compañía anunció que el nuevo Hummer EV también recibirá el mismo paquete de software. Eso sí, como va ahora en un Hummer, tiene que tener un look agresivo, y casi parece sacado de una de las naves de Los Vengadores o algo similar.
El beneficio de tener un sistema de Android Automotive para manejar el entretenimiento y la navegación a bordo es que viene con los servicios de Google integrados. Eso permite a los pasajeros hablar con el Asistente de Google para hacer cosas que normalmente no podrían hacer solo con la voz en la mayoría de coches, como ajustar la temperatura del climatizador. Esto se encarga de derribar la pared que normalmente separa el software de proyección del teléfono, como el Apple CarPlay o Android Auto, de las funciones mecánicas de un automóvil. (Por cierto, Android Auto no es lo mismo que Android Automotive; Auto es lo que salta cuando conectas tu teléfono Android a tu coche. Sí, nuestros amigos de Google podrían necesitar darle una vuelta al tema de los nombres).
Android Automotive también abre una vía para que los fabricantes de automóviles personalicen las imágenes de pantalla y que se adapten a su estética, al igual que los fabricantes de teléfonos como Samsung hacen con las capas de personalización de Android que llevan sus smartphones. Y a las compañías de coches les encanta la posibilidad, porque genera una conexión con la marca que anteriormente les preocupaba mucho perder cuando CarPlay o Android Auto aparecieron por primera vez en escena en 2014 y 2015.
Como me advirtió mi compañero José, el software de Hummer tiene un sorprendente parecido a Android 3.0 Honeycomb, la versión del sistema operativo móvil lanzada para tablets en 2011.

Afortunadamente, todavía puedes tirar del viejo Android Auto si no tienes un coche nuevo que incluya la tecnología de Android Automotive. Porsche ha sido el último en sumarse, añadiendo compatibilidad con Android Auto en su nuevo Porsche 911. Al mismo tiempo, la integración de BMW con su futuro iX permitirá un emparejamiento instantáneo, la proyección del teléfono de forma inalámbrica (por lo que no habrá necesidad de un cable USB) y una integración perfecta con Google Maps dentro del grupo de instrumentos del automóvil.

Ese último punto puede parecer insignificante, pero CarPlay y Android Auto suelen tener un espacio aislado dentro de la pantalla y no pueden proyectar en diversas pantallas en un vehículo. A medida que los nuevos modelos vayan colocando pantallas adicionales, será algo cada vez más importante.
Aún así, es una pena que Android Auto se esté abriendo camino en ciertas marcas, como Porsche, de momento, mientras que CarPlay fue adoptado por la gran mayoría de los fabricantes de automóviles hace años. Si tuviese que comprarme un deportivo nuevo y caro, me fastidiaría que no tuviese tales funciones, así que es algo bueno que Google finalmente cierre esa brecha.