
En otras partes del mundo tienen palomas. En Sidney tienen cacatúas de moño amarillo. Si crees que es mucho mejor probablemente es porque no las has visto abrir cubos de basura y desparramar su contenido en busca de comida. La peor parte es que se están enseñando unas a otras a hacerlo.
La bióloga Barbara Klump lleva unos años estudiando el fascinante (y poco cívico) comportamiento de las cacatúas de esta especie y cómo han aprendido a moverse en el territorio de los seres humanos como pez en el agua. En 2018, cuando comenzó a estudiar su relación con los cubos de basura en particular, había solo tres suburbios en el que las aves habían aprendido a abrir los contenedores. Los tres distritos estaban alejados entre sí.
Para 2021, ya son 41 los distritos de Sidney en los que las cacatúas han aprendido las técnicas para enredar en la basura por muy cerrada que esté. No es solo que sepan abrir la tapa. Es que también se deshacen de ladrillos y otros objetos de peso con los que los vecinos a veces tratan de impedir el saqueo de sus desperdicios.
Klump y su equipo comenzaron a sospechar que las cacatúas estaban aprendiendo a hacerlo unas de otras y se pusieron a estudiarlas. Lo que encontraron es casi una cultura alrededor de esta fuente de alimento. Cada distrito suele variar sus técnicas para asaltar el contenedor. A veces mueven la tapa con el pico. Otras meten la cabeza y empujan hacia arriba hasta voltyearla completamente. La mejor parte es que normalmente, cuando hay un ejemplar adulto abriendo el contenedor, lo hace rodeado de ejemplares más jóvenes que son vigilados por otro adulto cuya función es retener a los jóvenes y asegurarse de que contemplen la ceremonia pero no interfieran en ella. Es, literalmente, una clase de saqueo urbano.

Es más, a veces los territorios de unas bandas y otras se entrecruzan y el resultado es el desarrollo de técnicas más eficientes. “Nuestros resultados muestran que la innovación no solo se traduce en establecimiento de toda una cultura sino incluso en la aparición de subculturas geográficamente diferenciadas”, escribe Klump en su estudio.
El comportamiento de las cacatúas es parecido al de los chimpancés, en cuya especie existe toda una subcultura enfocada a diferentes técnicas para asaltar colmenas y robar su miel. En este caso los investigadores aún no se han puesto de acuerdo en si las cacatúas son o no tan inteligentes como los chimpancés. En lo que si están de acuerdo es en una cosa: el ayuntamiento de Sidney haría bien en ir cambiando el diseño de los contenedores. [Science vía Science Alert]