La compra de WhatsApp por 19.000 millones de dólares ha sido una de las mayores adquisiciones tecnológicas de la historia. Pero es solo la última de una serie de operaciones que están transformando el sector tecnológico en apenas unos años. Nada mejor para ponerlo en perspectiva que visualizarlo con el gráfico de arriba.
El área de cada círculo está representada de forma proporcional a la cantidad desembolsada en la compra, con una leyenda de colores dependiendo del comprador. Hay muchos detalles en cada una de estas operaciones que las diferencian unas de otras. Por ejemplo, la compra de WhatsApp es principalmente en acciones, mientras que algunas de las otras adquisiciones tienen un mayor componente en efectivo. Google mantuvo las patentes de Motorola y el Advanced Technology and Projects Group, por lo que las pérdidas no son tan grandes como parecen. Y Boston Dynamics, una de las últimas compras de Google, no aparece tampoco en el gráfico porque la cifra de la operación no se hizo pública.
Lo curioso es que en el 2012, cuando Facebook compró Instagram por 1.000 millones de dólares, la cantidad se antojaba como una barbaridad. Dos años después, esa cifra palidece frente a lo que ha costado WhatsApp. Quién sabe, quizás SnapChat no se equivocó al rechazar la oferta de 3.000 millones de dólares de Facebook. O quizás, solo quizás, deberíamos empezar a preocuparnos porque esos círculos de colores están empezando a ser demasiado grandes.