Microsoft está decidida a que ese experimento llamado Surface (que ya va por su tercera generación), le funcione. Para conseguirlo, la compañía está gastando ingentes cantidades de dinero en posicionar el producto dentro de entornos como los entrenadores de la NFL o los presentadores de CNN, el popular canal de noticias.
Hasta aquí la teoría es buena, la práctica sin embargo está resultando ser poco menos que un desastre. Ayer, en plena cobertura electoral estadounidense, había una Surface cuidadosamente colocada al lado de cada uno de los presentadores de la cadena. Bastaba sin embargo con que la cámara cambiase mínimamente el ángulo para descubrir que en realidad el uso que esas Surface 3 estaban recibiendo era como soporte de iPads. Sí, eso que ves en la imagen debajo justo detrás del Surface es un iPad:
Y por si había dudas:
El problema no es nuevo, en muchos círculos de la NFL el nombre de Surface pasa desapercibido por completo y hace un par de meses Microsoft tuvo que tomar cartas en el asunto debido a la frecuencia con la que tanto entrenadores como jugadores se refieran al dispositivo como "eso que se parece a un iPad". Sin más.
La complejidad del asunto reside en que va mucho más allá de que Surface sea mejor o peor producto, de hecho es un dispositivo fantástico, sino en que debido a la potencia que iPad tiene como marca está empezando a convertirse en uno de esos nombres comerciales que la gente utiliza para describir el producto genérico, en este caso una tableta. En varios lugares de España por ejemplo es popular decir Kleenex para referirse a los pañuelos de papel, o Post-it para cualquier nota adhesiva.
En el caso de los presentadores, el craso error de product placement recuerda mucho al de las marcas que regalan sus productos a famosos a cambio de un par de tweets. Las cosas suelen complicarse cuando ese mismo famoso escribe el tweet desde el producto de la competencia. La moraleja, al menos a mi modo de ver, es que intentar forzar el uso de tu producto, por muy maravilloso que sea, es un tema extremadamente delicado que o se coordina a la perfección o puede acabar dando más disgustos que alegrías.
Lo que está claro es que posicionar un producto siempre es complicado, y más en un caso como este donde el mercado está monopolizado por iOS (en su mayoría) y por Android (el otro gran contrincante). Irónicamente, la lista de funcionalidades y posibilidades de la Surface frente a estos es tan amplia que probablemente sea mucho mejor idea empezar a difundirla en entornos donde pueda tener mucho más sentido, como el de la educación quizá , a ponerlos en una mesa de redacción (aunque sea la de la mismísima CNN en una noche electoral) y confiar ciegamente que otras personas van a dejarlo en el lugar que se merece.
Foto de portada: Stephen Legler
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