
Un ciudadano de Dublin, en Georgia, llamado Vinath Oudomsine acaba de ser acusado de un delito federal de fraude al tesoro público. Oudomsine solicitó uno de los créditos que se ofrecen en Estados Unidos a los empresarios para paliar las pérdidas por el Covid y se lo gastó en una carta de Pokémon.
Oudomsine solicitó el préstamo EIDL (Economic Injury Disaster Loan) el año pasado. El gobierno estadounidense reservó una partida de 200.000 millones de dólares para estos créditos que buscan ayudar a las pequeñas empresas a cubrir sus gastos cotidianos, entre ellos las nominas, durante los peores meses e de la pandemia.
En la solicitud, Oudomsine aseguraba que tenía una pequeña empresa con diez trabajadores a su cargo. De hecho obtuvo un crédito por valor de 85.000 dólares. El problema es que, según la investigación, el individuo no era dueño de ninguna empresa y gastó 57.789 de esos dólares en una única carta de Pokémon. Lógicamente, ahora ha sido acusado de fraude. Si la demanda prospera se enfrenta a una pena máxima de 20 años de cárcel y una multa de 250.000 dólares.
La naturaleza exacta de la carta en la que se ha gastado todo ese dinero no ha sido revelada, pero a poco que la pongamos en contexto descubriremos que ni siquiera es la más cara. La lista de cartas más caras de julio de este mismo año publicada en Kotaku revela que la compra de Oudomsine está solo en décimo lugar por encima de una Ex Deoxys GOLD STAR HOLO Rayquaza #107 (sí, eso es una carta de una edición especialmente rara) por la que se pagaron 45.000 dólares en 2020.
Tampoco ha quedado claro si el acusado es un coleccionista pasado de rosca o un inversor de nuevo cuño que ha leído demasiado sobre lo valiosas que son las cartas de Pokémon y ha intentado hacer negocio comprando una. Si todo va según lo previsto, la inversión le va a salir terriblemente cara. [The Telegraph]