
El declive imparable del mercado de las criptomonedas está haciendo que muchos criptomineros estén abandonando una actividad que ya no es tan rentable como prometían los criptobros. La consecuencia indirecta es que el hardware que usaban para extraer monedas está llegando con fuerza al mercado de segunda mano. Parece una buena noticia, pero no lo es tanto.
Como explican en PC Gamer, el mercado de segunda mano está experimentando una afluencia importante de modelos de GPU a precios muy interesantes (la mitad de su importe original en algunos casos). El problema es que minar monedas de fantasía es una actividad intensa para el hardware implicado, y las gráficas usadas en minería a menudo han sufrido un abuso tan feroz que presentan defectos importantes.
Desde WCCftech explican que estas tarjetas normalmente han pasado por varios ciclos de sustitución de los parches de refrigeración que enfrían la memoria GDR6X. Normalmente, el comprador de una gráfica como alguno de los modelos de la serie RTX 30 de Nvidia usados en minería se enfrenta a parches térmicos gastados que deberán ser reemplazados de inmediato para prevenir sobrecalentamiento y daños en el dispositivo.
Por si esto no fuera suficiente, hay tarjetas de segunda mano que se venden con módulos de memoria muertos. Un usuario de los foros de NGA.CN explica el caso de una GeForce RTX 3080 que compró por 536 dólares (nueva cuesta ahora mismo en torno a 1.100 dólares pese a que su precio de salida teórico era de 699 dólares). Tras analizar el rendimiento de la gráfica, este usuario descubrió que la tarjeta solo tenía 8GB de memoria virtual cuando debería tener 10. De hecho no existe ninguna versión de la RTX3 3080 con 8GB de VRAM. Los únicos modelos existentes son de 10 o 12GB. Dos de los módulos de memoria habían fallado tras el exhaustivo nivel de trabajo al que fueron sometidos.
Normalmente los mineros siguen usando esas tarjetas tras aislar los módulos de memoria muertos en un proceso conocido como Memory Shielding. La gráfica parcheada de esta forma sigue funcionando, pero no lo hará nunca con el rendimiento que tenía cuando salió de fábrica, lo que hace que el descuento inicial en la compra no sea tan rentable.
Existe cierta discrepancia sobre hasta qué punto las gráficas usadas en minería. En PC World, por ejemplo, aseguran que el desgaste sufrido por una tarjeta usada en gaming puede ser incluso mayor debido a la tendencia de muchos usuarios de hacer overclock a sus equipos. El YouTuber Linus Sebastian ha probado varias tarjetas usadas en minería y asegura que aún son usables. El problema es que no todas están en tan buen estado, y es muy difícil saber hasta qué punto un modelo de segunda mano ha sido tratado correctamente o abusado hasta la extenuación.
De momento, y hasta que el mercado de gráficas se normalice del todo probablemente la opción más inteligente sea esperar un poco más y, en todo caso, comprar una gráfica nueva que tenga garantía y de la que podamos esperar un funcionamiento correcto.