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Probamos Office para iPad: lo que la versión de iPhone no pudo ser

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La versión de Office para iPhone demostró ser una considerable decepción para cualquiera que aspirara a editar algún documento desde el teléfono. La versión para iPad acaba de desembarcar, y lo primero que podemos decir es que ahora Microsoft ha hecho las cosas bastante mejor.

La versión para iPad está a años luz de lo que pudimos ver en su día en el iPhone. Para empezar, no hace falta disponer de una suscripción a Office 365 para instalarla y utilizarla como un visualizador de documentos de Office. Eso ya es más que lo que ofrecía la versión para iOS en smartphone.

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La suscripción a Office 365 cuesta 10 dólares / euros mensuales. A cambio de ese precio nos brindan acceso a la versión completa de Office, y podemos editar o crear documentos. En esta versión completa, Office consigue mantener la reputación que tenía en PC o Mac. Veámosla aplicación por aplicación.

Word

Comenzamos con Word. La versión iPad del procesador de textos hace un buen trabajo aprovechando el espacio disponible en la pantalla de la tableta, y ofrece un número de funciones bastante satisfactorio.

Los menús y funciones son igual de limpios que la versión más reciente para PC. Las opciones son variadas. Podemos editar a fondo el texto, moverlo, y ajustarlo. De igual modo, podemos insertar todo tipo de imágenes, aplicar efectos, o aprovechar un número de plantillas no tan grande como el de las versiones de escritorio, pero bastante mayor de lo que estamos acostumbrados a ver en iPad.

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En este sentido, uno de los mayores puntos a favor de la versión iPad de Word es que su interfaz es muy asequible, incluso para los usuarios menos avanzados. Su curva de aprendizaje es prácticamente nula, y todas las funciones son muy intuitivas. El único límite es la velocidad con la que seamos capaces de escribir con el teclado en pantalla.

Excel

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Al igual que Word, Excel ofrece más herramientas que las que la mayor parte de usuarios necesitan para esta aplicación de hojas de cálculo. En vez del poco funcional sistema de menús que veíamos en la versión iPhone, aquí las fórmulas están agrupadas y fácilmente localizables.

Excel para iPad es también uno de los raros casos en los que una aplicación de terceros mejora las aplicaciones propietarias del sistema. La mejora es, concretamente, la integración de un teclado numérico con botones más grandes y en el que, además, podemos desplegar diversos símbolos al mantener pulsados los botones. Puede parecer una función muy simple, pero cuando se trata de escribir toneladas de números, es de gran ayuda.

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Powerpoint

Es el gran beneficiado en el cambio de iPhone a iPad. La versión para iPhone era casi inútil, y era más probable que arruináramos el trabajo si intentábamos editar desde el teléfono que que consiguiéramos hacer algo productivo. La versión iPad, sin embargo, se acerca más a lo que debería ser Powerpoint en una tableta.

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Como en las dos aplicaciones anteriores, podemos empezar cargando una plantilla desde la librería, o desde OneDrive. También están disponibles todas las fuentes y estilos que podemos encontrar en la versión de escritorio. Por supuesto, no es lo mismo que trabajar desde un PC, y algunas funciones, como recortar, se hacen cuesta arriba. En el lado positivo, cuenta con algunos añadidos interesantes, como la posibilidad de mostrar un puntero láser para señalar objetos durante una presentación si tenemos el iPad conectado a una pantalla o proyector.

Puede que Office para iPad no sea revolucionario, y desde luego no es muy sorprendente, pero hace las cosas que se esperan de él con bastante fluidez, y supone un paso adelante bastante grande sobre el tipo de aplicaciones de oficina que estamos acostumbrados a ver en iOS. Incluso aunque no estemos suscritos a Office 365, merece la pena descargarlo y echarle un vistazo. No perdemos nada.