
Pongamos que quieres cambiar de móvil y tienes 330 euros. Puedes elegir alguno de los muchos Android de gama media que pueblan el mercado. También puedes comprar el Motorola Defy, que te va a dar lo mismo, pero en un móvil a prueba de todo. Agua, golpes, vibraciones, arañazos, sal, calor...
El Defy es el primer fruto de un reciente acuerdo de colaboración entre Motorola y Bullitt. Puede que no te suene, pero Bullitt es nada menos que el mayor fabricante de móviles blindados del mundo y el socio que se encarga de fabricar terminales para marcas como CAT o Land Rover.
Obviamente, hablamos de un móvil algo más duro que la típica etiqueta de “a prueba de agua” que encontramos en otros smartphones. El detalle es que para este proyecto Bullitt no ha optado por el típico diseño industrial de los CAT, que parecen móviles como para trabajar en una mina al aire libre. El Defy es un móvil estiloso, pero al mismo tiempo a prueba de agua en grado IP68. Su carcasa además incorpora certificación militar MIL-810H. Esto significa, entre otras cosas:
- Que resiste caídas sobre acero desde 1,8 metros. Adicionalmente, resiste traqueteos. Esto lo prueban dejando caer el móvil repetidamente desde un metro de altura.
- Que soporta cambios bruscos de temperatura con límites de -30 y 75 grados Celsius.
- Que es a prueba de vibraciones (probado para soportar vibraciones de hasta 500Hz.)
- Que resiste arañazos gracias a una pantalla con capa protectora Gorilla Glass Victus de 0.7mm.
- Que su estructura interna está reforzada y es resistente a pruebas de doblado. En otras palabras, que puedes sentarte encima sin temor a que se doble como algunos gama alta especialmente finos.
- Que soporta la humedad ambiental (medido con un 95% de humedad durante 240 horas).
- Que soporta el agua salada (probado mediante una niebla de agua salada durante 48 horas.

¿Exagerado? Para nada. El Defy no es un móvil pensado para preppers, sino para gente normal cuyo ritmo de vida sencillamente es intenso. Suscribo completamente ese escenario. Según un estudio realizado por la propia Motorola antes de hacer el Defy, el 34 por ciento de la gente ha tenido que llevar su móvil a reparar en los últimos tres años. Yo me salgo de esa estadística rompiendo un teléfono al año en accidentes del tipo: “el móvil se escurre del bolsillo al dejar la chaqueta en el asiento del coche”. Básicamente siempre llevo el móvil roto. ¿Descuidado? Tal vez, pero cuando estás metiendo varias bolsas de compra en el coche bajo la lluvia y vigilando que a tu hija no le de por salir corriendo a la carretera a menudo la integridad del móvil que llevas en el bolsillo no es tu máxima prioridad. Eso por no mencionar la fantástica costumbre de los fabricantes de móviles de hacer las dos caras de sus teléfonos en cristal resbaladizo. De algo tienen que vivir los servicios técnicos oficiales ¿no?

Y vaya si viven bien. Las roturas de pantalla y de cristal posterior son la avería más común, seguida de caídas fortuitas en el agua. Según Motorola, una reparación de pantalla cuesta entre 109 y 151 euros. Otras averías pueden subir hasta los 276. Las fundas ofrecen cierta protección, pero desde luego no son la panacea.
En definitiva, que al menos para mí, la idea de un móvil resistente tiene todo el sentido del mundo, y el Defy al menos no luce como el móvil de alguien que se dedica al salto BASE. Su parte trasera está confeccionada en PCB mate texturizado que es a la vez fácil discreto, bonito, y tan fácil de sujetar como de limpiar. De hecho, y hablando de higiene en estos tiempos de pandemia, Motorola recomienda lavar el móvil con agua y jabón.

Yo lo he hecho en las tres semanas que llevo probándolo y nunca había tenido el móvil tan limpio. De hecho también soporta desinfectante de manos. El Defy cuenta con un doble sistema de sellado contra el agua que incluye sus puertos USB-C y Jack de audio de 3,5mm. Bullit comprobó este punto por el prosaico procedimiento de tirar el móvil al retrete cien veces seguidas.

Físicamente, el Motorola Defy es grande (169,8 x 78,2 x 10,9 mm) y pesado (232 gramos) pero esas son básicamente las cifras que vas a obtener en cualquier móvil con pantalla de 6,5 pulgadas una vez le pongas funda. Su pantalla es una 1600 x 720 píxeles con tasa de refresco de 60Hz. El brillo no está especificado, pero ronda los 436 Nits en mediciones de terceros. No es la pantalla más brillante ni la más fluida, pero se deja usar con comodidad.
Un detalle interesante es que el Defy no tiene el sensor de huellas bajo la pantalla, sino en un botón en la parte trasera. Desde Bullitt explican que de esta forma es mucho más fácil de proteger, y la pantalla también es más resistente. No tengo manera de saber si es cierto, pero lo que sí me ha gustado es que es increíblemente rápido y preciso detectando huellas.
Bajo el capó, el Defy lleva procesador Snapdragon 662 con 4GB de RAM y 64GB de ROM. Se las apaña bien para ejecutar la mayor parte de aplicaciones aunque ni este chip ni la fluidez de la pantalla son las mejores si buscas un móvil para jugar. El altavoz también es único, pero suena razonablemente alto y sin distorsión.

La batería sí es un punto realmente diferenciador. Se trata de una 5000mAh con carga “rápida” de 20W. La economía de consumo del procesador y la pantalla hacen que estos 5000mAh rindan algo más de dos días en uso normal. Las especificaciones oficiales dicen que aguanta 16 horas de vídeo en streaming y 13 de navegación. En cuanto a sistema operativo, el Defy viene con Android 10, pero es actualizable a 11, es compatible con Android Enterprise, y tiene tres años de soporte en actualizaciones de seguridad.

Cámaras
El Motorola Defy tiene una cámara principal de 48Mpx f/1.8 apoyada en dos cámaras más de 2MPX, una para profundidad, y otra para macro. Sobre el papel pensaba que iba a sacar fotos mucho peores de las que al final le pude sacar. Es cierto que a medida que la luz se desvanece aparece el tan temido grano, pero logra superar todas las pruebas de una manera muy razonable y hasta con nota en categorías como los selfies o el modo macro. A continuación, algunas muestras de fotos tomadas con el Defy. Os las pondríamos en una galería menos invasiva para con el scroll, pero nuestra plataforma ha eliminado esa herramienta en su último proceso de modernización.








En resumen
El Moto Defy es un teléfono de gama media sólido que hace bien todo lo que se propone, y que encima llega vestido con un exterior a prueba de casi todo. El rendimiento es probablemente su punto más débil. El procesador se nota justo en tareas como instalar aplicaciones o en juegos, sobre todo si vienes de usar un gama alta. Sin embargo, no es un problema tan serio como para que afecte a su correcto funcionamiento. Si buscas un móvil Android 3B (bueno, bonito y barato), ahora puedes tener un móvil 4B: bueno, bonito, barato, y blindado. Ojalá Motorola se anime a extender la colaboración Con Bullitt para hacer un móvil más potente con esta misma resistencia.