
Un equipo de investigadores en el árido sureste de España está trabajando en restaurar acequias de la era islámica, canales que forman un sistema de riego en las montañas de Sierra Nevada en Andalucía.
Los musulmanes invadieron y gobernaron el sur de España en el siglo VIII, trayendo técnicas de riego que aumentaron la producción de diferentes cultivos como cítricos y arroz. El sistema de riego de Sierra Nevada, alimentado por nieve derretida y cuerpos de agua cercanos, depende de la gravedad para transportar agua a través de grandes áreas agrícolas sin necesidad de energía externa. Los canales que componen el sistema se excavaron en el suelo y, en muchos casos, fueron cubiertos con piedras.
Algunos agricultores locales todavía utilizan partes del sistema para regar los cultivos, pero muchos de los canales están bloqueados después de años en desuso. The Guardian describió en una historia a principios de este mes cómo el sistema estuvo activo en el siglo XX, pero a medida que la población agrícola local disminuyó, algunas partes fueron abandonadas. Sin embargo, el ingenio de los constructores originales permite que las acequias aún sirvan para transportar agua de manera sostenible en la zona; solo necesitan un poco de atención.

El arqueólogo José María Martín Civantos, coordinador de MEMOLab en la Universidad de Granada, ayuda a liderar este esfuerzo. Civantos ve este proyecto como un testimonio de que la sabiduría preindustrial puede ser una herramienta importante en la gestión de los recursos hídricos en el futuro.
“Queremos preservar esos paisajes y todos sus valores ambientales”, dijo Civantos a Earther. “[Este proyecto] empodera a la comunidad local y también recupera conocimientos ecológicos tradicionales… Se trata de políticas agrarias, políticas ambientales y la planificación territorial. La idea detrás de la actividad no es solo la restauración”.
Civantos dice que los esfuerzos para restaurar el sistema de riego mediante la limpieza de los canales no utilizados comenzaron en 2014. Voluntarios y estudiantes universitarios han trabajado con los lugareños para restaurar el sistema hidrológico para que el uso del agua de la agricultura local pueda ser más eficiente frente a las crecientes sequías.
Una asociación española de ganadería y agricultura informó de que aproximadamente la mitad de la agricultura del país se verá afectada por las sequías actuales, con grandes impactos para los agricultores de cultivos tradicionalmente de secano como las aceitunas y las uvas.
“Estamos en las zonas más áridas de Europa… es algo natural en nuestra zona. Pero, por supuesto, los efectos del cambio climático son más visibles en muchos sentidos”, dijo Civantos. “La desertificación va en aumento, pero no es solo un efecto del cambio climático, también es un efecto de los cambios en el uso del suelo… la sobreexplotación de los acuíferos”.
En el caso de las acequias, la historia de España se ha convertido en una herramienta para mitigar cómo afectará el cambio climático al país. La sequía también ha revelado parte de la historia reciente del país: después de un invierno más seco de lo habitual, los niveles de agua del embalse de Alto Lindoso cayeron a solo el 15% de su capacidad, dejando al descubierto el pueblo hundido de Aceredo. El pueblo se inundó intencionalmente en 1992 después de que se construyera el embalse, pero ahora que el nivel del agua es tan bajo, la gente ha podido caminar una vez más por las calles del pueblo fantasma.