Durante el mes de marzo de este año nos enteramos que Lucasfilm volvería a rodar algunas escenas de Rogue One: A Star Wars Story a último momento para hacer unos ajustes en el film. Esto es algo que hacen muchísimas películas, pero en el caso de Rogue One podría haber cambiado incluso su final.
Desde The Hollywood Reporter reportan que fuentes cercanas al desarrollo del film aseguran que las escenas que grabaron hace algunos meses tenían el propósito de “solucionar varios problemas en la trama y el desarrollo de la película, incluyendo su final”.
Para esta tarea fue contratado el guionista Dan Gilroy, quien inicialmente iba a cobrar 200.000 dólares a la semana para hacer sus cambios pero al final recibió un pago de casi 5 millones de dólares por todo su trabajo. De hecho, el último tráiler de la película (ese donde el androide K-2SO es la estrella) muestra cómo Rogue One cambió un poco su estilo al haber grabado esas nuevas escenas.
Es normal que los estudios graben más escenas a última hora, pero el hecho de que la película haya cambiado su final a tan poco tiempo de su estreno no deja de llamarnos la atención, sobre todo cuando Kathleen Kennedy (presidenta de Lucasfilm) dijo que no habrá secuela de Rogue One.
El primer spin-off de Star Wars llega al cine el 16 de diciembre. [The Hollywood Reporter vía Flickering Myth]