
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Eötvös Loránd de Hungría ha llegado a una conclusión: si tu perro es un animal amable o agradable, podría tener serias implicaciones en su posición social con otros caninos.
Para llegar a esta conclusión, el equipo liderado por la bióloga Kata Vékony llevó a cabo un cuestionario a gran escala con el que medir los rasgos de personalidad de los perros de compañía y compararlos con su clasificación social con otros caninos en familias con varios perros. Como cuenta la investigadora:
Nuestro objetivo era encontrar qué rasgos podrían estar relacionados con la formación de estas jerarquías y el rango de los individuos.
Cuentan en el trabajo que los hallazgos, basados en las respuestas al cuestionario de 615 dueños de perros de todo el mundo (cada uno de los cuales tenía al menos dos perros de compañía), sugieren que la edad de un perro también está relacionada con su estatus social jerárquico, y que los perros mayores generalmente obtienen puntajes de dominancia más altos.
Dicho de otro forma y siguiendo la línea de otros estudios anteriores: los perros mayores generalmente eran más dominantes pero al mismo tiempo no eran muy agradables, mientras que los perros muy agradables (y generalmente más jóvenes) probablemente no serían los perros dominantes en sus familias.
Una teoría que cobra especial importancia en la naturaleza, ya que cuanta más experiencia, más posibilidades de supervivencia. Sin embargo, en la existencia de los perros de compañía vemos que también se mantiene el estatus, aunque las consecuencias no son tan graves. Según el estudio:
Una vez estabilizada, la jerarquía puede ayudar al acceso a estos recursos, a favor de los individuos dominantes, sin conflictos ni daños graves. Sin embargo, en grupos de perros de compañía que cohabitan, la competencia por estos recursos es menos frecuente, ya que el propietario los proporciona y distribuye fácilmente.
Ocurre que, a pesar de que la competencia entre animales en entornos domésticos es un asunto menos tenso, las jerarquías de dominación se mantienen, ¿cómo se construyen estas clasificaciones sociales en ausencia de competencia por los recursos que afectan directamente la supervivencia?
Es aquí donde el nuevo estudio trata de buscar respuesta, brindando algunas ideas nuevas sobre qué rasgos particulares de personalidad están más fuertemente vinculados con el dominio social en el mundo de los perros que cohabitan.
Con todo, los investigadores señalan que se necesita más trabajo para profundizar en estas relaciones, y mucho menos para explicar por qué los perros amistosos ocupan un lugar tan bajo en el orden jerárquico. [ScienceAlert]