
El mercado de consolas pasa por una situación completamente anormal en la que básicamente es imposible comprar una consola de nueva generación sin pagar un precio desorbitado. Parte del problema es que se producen muy pocas unidades, así que Sony ha decidido tomar cartas en el asunto.
En realidad, la situación es más compleja que todo eso. Todo comenzó con la escasez de semiconductores, una situación que se agravó aún más por la pandemia, pero la auténtica raíz del problema es un pequeño ejército de especuladores sin escrúpulos que compran el poco stock disponible para revenderlo a precios absurdos. Esos especuladores a menudo son simples buscavidas sin conocimiento técnico que lo mismo se podían haber terminado dedicando a las criptomonedas. Sin embargo, decidieron hacerse con bots de compra desarrollados por compañías con aún menos escrúpulos que ellos. Esos bots son los que se encargan de barrer las tiendas online más habituales para limpiarlas en segundos de cualquier consola que salga a su precio de fábrica normal. La situación la cuenta perfectamente Luke Winkie en este magnífico artículo para The Verge cuya lectura os garantizo que sube la tensión.
Regular esto por la vía administrativa y actuar sobre los especuladores no es tarea fácil, lo que nos deja en un gris legal y en las manos de las medidas que puedan tomar los fabricantes. Lo que Sony ha decidido y anunció ayer en su junta de accionistas es subir la producción “hasta extremos nunca vistos”.
La frase no es muy descriptiva. ¿De cuantas consolas más al mes hablamos? ¿Mil, diez mil, cien mil...? La compañía no aporta ese dato, pero sí algunas claves interesantes. En el último trimestre, Sony ha vendido dos millones de PS5, menos que en el trimestre anterior. No solo eso, sino que la venta de PS5 desde que la nueva consola salió a la venta es de solo 19,3 millones de unidades. En el mismo período se han vendido 22,4 millones de PS4.
No es que la gente prefiera la PS4 a la PS5. Es que esta última es básicamente imposible encontrar por culpa de los especuladores y sus bots. De hecho, Sony explica que ahora mismo se tarda 82 minutos en vender un lote de 80.000 PS5. Vender la misma cantidad de PS4 lleva más de 9 días.
Subir la cantidad de PS5 en circulación aumentaría su disponibilidad y podría hacer que especular con la consola deje de ser rentable. La segunda medida que Sony va a adoptar es repartir mejor las PS5 por la cadena de suministro. Ahora mismo, grandes retailers como Amazon, Walmart o MediaMarkt son los que se llevan casi todas las consolas disponibles, pero los bots que usan los especuladores están afinados para operar en estas tiendas. Si el stock comienza a repartirse más, será más difícil para los bots acaparar todas las unidades. Lo lógico es que se limitara temporalmente su venta online, pero a las grandes tiendas les da igual quién compre las consolas con tal de que se las quiten de las manos. Al final el único perjudicado por esta situación es el consumidor final. Como siempre. Y a nadie le importa.
Sinceramente (y aquí hablo solo por mí) el cuerpo me pide meter en una celda a todos los especuladores de consolas y a los creadores de los bots que usan, y tirar la llave al mar, pero hablo desde un cabreo que ya dura varios años y que se suma al de las tarjetas gráficas. Al final, la existencia de estos intermediarios irregulares no es más que otro síntoma del mismo sistema económico enfermo y aberrante basado únicamente en la oferta y la demanda fuera de control. A falta de nada más drástico que poder hacer, quizá la idea de Sony pueda mejorar una situación que ahora mismo es completamente surrealista. Crucemos los dedos. [Sony]