
SpaceX está tratando de colar el lanzamiento de su nueva generación de satélites Starlink antes de final de mes, con la esperanza de que la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) le otorgue permiso para lanzarlos antes del 2023.
La compañía aeroespacial presentó una solicitud ante la FCC esta semana, solicitando una autorización temporal especial de 60 días para conectar los terminales Starlink que ya están en uso con los nuevos satélites que planea lanzar pronto, como informó SpaceNews.
Según la solicitud, SpaceX quiere comenzar a lanzar su segunda generación de satélites “antes de finales de diciembre de 2022". Si la FCC otorga a SpaceX esta autorización temporal, la compañía podría comenzar a lanzar sus nuevos satélites Starlink antes de que la comisión emita su aprobación a largo plazo.
SpaceX lanzó recientemente una tanda de 54 satélites Starlink en un cohete Falcon 9, elevando hasta 3600 el número total de satélites que ha lanzado por el momento (de los cuales 3284 están operativos actualmente), según los datos recabados por el astrofísico Jonathan McDowell. Pero su CEO, Elon Musk, está ansioso por ver la nueva generación de satélites en órbita, un movimiento con el que la compañía espera que poder satisfacer la creciente demanda de sus servicios de Internet.
A principios de este mes, la FCC aprobó la solicitud de SpaceX para lanzar 7500 nuevos satélites a la órbita terrestre baja de la Tierra. La compañía había solicitado el lanzamiento de 29.988 satélites Starlink, pero la FCC solo dio el visto bueno a una cuarta parte de ese total. La razón por la cual la comisión ha prohibido el lanzamiento de esos 22488 satélites restantes es para “proteger a otros operadores satelitales y terrestres de interferencias dañinas, de forma que se pueda mantener un entorno espacial seguro, se promueva la competencia y se proteja el espectro y los recursos orbitales para su uso futuro”, dijo la FCC en su informe.
Estos nuevos satélites han sido diseñados para ser más efectivos que la generación anterior. Miden 7 metros de largo y pesan aproximadamente 1250 kg (sus predecesores pesaban cerca de 260 kilogramos). Debido a que estos satélites son más grandes y pesados, SpaceX pretendía usar el nuevo cohete Starship para lanzarlos, en vez de hacerlo con un cohete Falcon 9 como hizo con la primera generación de Starlink.
Pero dado que actualmente se desconoce la fecha del vuelo inaugural de Starship, SpaceX busca priorizar el lanzamiento de su nueva generación, incluso aunque tenga que apañárselas para que quepan en un Falcon 9.
Aparentemente, la compañía está haciendo todo lo posible para poner en el espacio todos esos satélites antes de final de año, pero no le quedan demasiados días. SpaceX asegura que, si obtiene la aprobación de la FCC, podría lanzar sus satélites el próximo 28 de diciembre.
No hay que olvidar que SpaceX ya está ocupando demasiado espacio de nuestra órbita terrestre baja con sus satélites Starlink, y su nueva generación de satélites no hace más que preocupar aun más a los astrónomos, ya que podría interferir con sus observaciones. Esperemos que SpaceX encuentre formas de mitigar su brillo antes de lanzarlos y que estropeen para siempre nuestras vistas del cosmos.