
Ruth Hamilton es una mujer con suerte. En primer lugar porque se ha librado por muy poco de ser ejecutada por un meteorito en su propia cama. La segunda razón es que la roca que acabó en su almohada puede valer una fortuna. El meteorito, del tamaño aproximado de una naranja, está siendo analizado.
El curioso incidente tuvo lugar en La Columbia Británica. Hamilton dormía en su cama cunado su perro comenzó a ladrar y un estruendo acompañado de una pequeña lluvia de escombros la despertó. Al encender la luz vio un agujero en el techo y una roca ennegrecida reposando en la almohada. Aún estaba caliente.
La mujer sospechó que la roca podía provenir de una voladura en una obra que estaba llevándose a cabo en el cercano cañón Kicking Horse, así que llamó a la policía. Sin embargo, los agentes comprobaron la hoja de ruta de las obras y ese día no se había hecho ninguna voladura. Sin embargo, desde la construcción informaron que esa noche habían visto luces en el cielo acompañadas de varios sonidos como de explosión.
Científicos de la Universidad de Western, en Ontario, han confirmado que, efectivamente, la roca no es otra cosa que un meteorito que cayó sobre la zona a las 11:30 de la noche y que provocó varias pequeñas bolas de fuego al desintegrarse. El experto en meteoritos del departamento de astrofísica del centro, Peter Brown, ha solicitado a los vecinos cualquier vídeo doméstico o grabación de dashcam en la que aparezca la bola de fuego en el cielo. Este material permitiría calcular la órbita del meteorito, y conocer la trayectoria de un meteorito al mismo tiempo que disponer de una muestra del mismo es una ocurrencia muy poco común y valiosa desde el punto de vista científico.
Cuando terminen de analizarlo, el meteorito será devuelto a Ruth Hamilton, aunque podría darse el caso de que la universidad, otro centro, o incluso un coleccionista privado quiera comprarlo si es especialmente raro. De momento la mujer se conforma con haber salido ilesa y solo quiere un recuerdo de su incidente. [IFL Science]