
La imagen que vemos es el final de una misión aliada que se inició en la década de 1940. En la mañana del pasado domingo, la bomba olvidada de la Segunda Guerra Mundial explotó en un campo de maíz en el centro de Alemania dejando un cráter de 10 metros de ancho y 4 metros de profundidad.
La escena tuvo lugar en la mañana, momento en que los residentes de Ahlbach sintieron una sacudida en el momento que se produjo una explosión del tamaño de un pequeño terremoto. Nadie resultó herido.
Los expertos en explosivos han explicado que la forma del agujero confirma “con absoluta certeza” que se produjo tras la detonación de una bomba de 250 kilos. De hecho, se han encontrado otras bombas sin explotar en la zona en el pasado, un área cercana a un depósito ferroviario durante la campaña de bombardeos aliados en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial.
Según los funcionarios del gobierno, es relativamente común que los detonadores se descompongan hasta el punto en que la bomba se dispara. Durante la Segunda Guerra Mundial, tanto las fuerzas alemanas como las aliadas lanzaron bombardeos civiles a gran escala.

Pensemos que solo las fuerzas aéreas estadounidenses y británicas fueron responsables de arrojar 2,7 millones de toneladas de bombas en Europa entre 1940 y 1945, y la mitad aterrizó en Alemania. Se estima que, como resultado de ello, murieron más de 400.000 civiles alemanes, con un promedio total de 13.536 muertes cada mes entre julio de 1944 y enero de 1945.
¿La razón de tanto bombardeo? El propósito de estas campañas era dañar la moral del enemigo y destruir los puntos clave del transporte e industria, y cuando se declaró la paz en 1945, gran parte de los centros industriales del país habían quedado paralizados, y muchos de sus pueblos y ciudades estaban en ruinas.
La ciudad medieval de Jülich sufrió algunos de los golpes más intensos, con el 97% de la ciudad perdida por los bombardeos en 1944 y el 3% restante destruido después de tres meses de lucha (diciembre de 1944 a febrero de 1945).
La paz se declaró hace casi 75 años, aunque todavía hay miles de toneladas de bombas sin detonar escondidas por todo Alemania. De hecho, se piensa que hasta el 10% de las bombas lanzadas no explotaron, con miles de toneladas de munición sin explotar que se descubren cada año, lo que mantiene a los escuadrones alemanes de eliminación de bombas en alta demanda.
Por tanto, la bomba detonada en Ahlbach es solo la última de muchas en los últimos tiempos. La buena noticia es que es poco probable que exploten, aunque como muestra este último incidente, siempre hay excepciones. [The Washington Post]