
¿Imaginas un mundo en el que Estados Unidos y China sean vecinos? ¿En el que se pueda llegar andando de Colombia a Australia? Un modelo de predicción del movimiento de los continentes sugiere que las Américas y Asia se unirán en el norte para formar un supercontinente denominado Amasia. Pero no hasta dentro de 280 millones de años, cuando ninguna de esas fronteras exista.
El concepto de supercontinente no es nuevo. Hace unos 300 millones de años, un supercontinente llamado Pangea aglutinaba los continentes que conocemos hoy. Ocurre que la parte superior del manto de la Tierra, la capa de roca entre la corteza y el núcleo, es lo suficientemente viscosa como para moverse. A medida que se desplaza, también lo hacen las placas tectónicas que se encuentran sobre ella, provocando terremotos y reubicando continentes enteros.
El movimiento de las placas tectónicas rompió Pangea hace unos 200 millones de años, de la misma manera que había roto el supercontinente anterior, Rodinia, 500 millones de años antes. Los geólogos sospechan que los supercontinentes pueden formarse, romperse y reformarse en ciclos que duran eso, entre 500 y 700 millones de años. Ahora, investigadores de la Universidad John Curtin de Australia simularon cuándo y cómo se formará el próximo supercontinente usando una supercomputadora.
El nuevo supercontinente se denomina Amasia porque implica la colisión de América con Asia, en este caso por el cierre del océano Pacífico. Los investigadores descubrieron que, dado que la Tierra se ha estado enfriando durante miles de millones de años, el grosor y la fuerza de las placas bajo los océanos se han reducido, lo que dificulta el ensamblaje del próximo supercontinente por el cierre de océanos más jóvenes, como el Atlántico y el Índico.
“Al simular cómo se espera que evolucionen las placas tectónicas de la Tierra usando una supercomputadora, pudimos demostrar que en menos de 300 millones de años es probable que el océano Pacífico se cierre, lo que permitirá la formación de Amasia, desacreditando algunas teorías científicas previas”, dijo Chuan Huang, autor principal del estudio publicado en National Science Review.
El Océano Pacífico es lo que queda del superocéano Panthalassa que comenzó a formarse hace 700 millones de años cuando el supercontinente anterior comenzó a romperse. Es el océano más antiguo que tenemos en la Tierra. Alcanzó su tamaño máximo en la época de los dinosaurios, y actualmente se está reduciendo unos pocos centímetros al año. Se prevé que su extensión de unos 10.000 kilómetros tarde entre 200 y 300 millones de años en cerrarse.
Si el modelo de estos científicos se cumple, el océano Pacífico se cerrará y Amasia se establecerá donde antes estuvo Rodinia, al otro lado del mundo respecto a Pangea. Pero no cuentes con ello todavía. Otras teorías predicen que los continentes formarán una segunda Pangea, denominada Novopangea, Pangea Ultima o Pangea Proxima. Al menos los geólogos tienen mucho tiempo para ponerse de acuerdo antes de que suceda.