
Los científicos de la Red de Seguimiento de los Océanos de Canadá se llevaron una agradable sorpresa cuando unos pescadores de almejas recuperaron, con 59 vídeos en su interior, una cámara que se había desprendido de una foca en 2018. El dispositivo de 8000 dólares llevaba tres años en el fondo del océano.
“Me quedé en shock, absolutamente en shock”, explica a CBC el biólogo canadiense Damian Lidgard, que colocó la cámara en el lomo de un espécimen joven de foca gris el 31 de diciembre de 2017. Lidgard esperaba ver a la foca de nuevo en la isla de Sable, en Nueva Escocia, para recuperar la cámara, pero esta nunca apareció. “Durante las siguientes tres o cuatro semanas, peiné la isla a diario en busca de este macho y nunca lo encontré”, dijo Lidgard.

La cámara apareció este verano entre los aparejos de un barco de Clearwater Seafoods que pescaba almejas en Banquereau Bank. Llevaba más de tres años en el fondo del Atlántico y estaba algo deteriorada, pero seguía funcionando. Y lo mejor es que aún conservaba 59 vídeos de 20 minutos, más de 19 horas de metraje, en la tarjeta de memoria.
Uno de los pescadores se puso en contacto con el fabricante de la cámara, la australiana Customized Animal Tracking Solutions (CATS), y envió les la cámara a Australia. El fabricante recuperó entonces los vídeos y contactó con Lidgard para darle la noticia. Lidgard y su equipo pudieron ver los vídeos de seguimiento de la foca hace un par de semanas.
La Red de Seguimiento de los Océanos estudia los movimientos de las focas grises de la isla Sable para saber adónde van y qué comen. Además de vídeo desde el punto de vista de estos animales, registran la profundidad de inmersión, la temperatura, la aceleración y otros datos de interés.
Lidgard y su equipo tienen imágenes de las focas grises echándose una siesta en el fondo del océano y rodando con la corriente. Cuando están dormidas, a más de 100 metros de profundidad, su ritmo cardiaco se reduce a solo unos latidos por minuto. A veces se alejan cientos de kilómetros de la isla de Sable.
En cuanto a la cámara, que ya ha sido devuelta a sus dueños, se usará para seguir los movimientos de una foca hembra a partir del mes que viene.