
Aunque el sistema operativo Android no ha hecho más que evolucionar durante los últimos años, incluso adoptando funciones para la reciente tendencia de los smartphones plegables, el apartado de las tablets ha estado como en un segundo plano para muchos. Sin embargo, algunos fabricantes han seguido apostando por dispositivos de enormes pantallas para consumir contenido y para trabajar o estudiar. La Xiaomi Pad 5 es un buen ejemplo de tablet Android que vale la pena.
¿A qué me refiero con que vale la pena? Es simple: a que ofrece una gran experiencia en una enorme pantalla sin necesidad de parecer “un teléfono enorme”, sino su propio ecosistema, gracias a que Xiaomi ha realizado algunos cambios en la interfaz de MIUI (la capa personalizada de Android que utiliza en sus dispositivos) para darle su propia identidad a sus tablets. En la Pad 5, esa identidad se aprovecha en un enorme panel de 11 pulgadas.
Hoy en día es cada vez menos necesaria una tablet con pantalla de 8 pulgadas o similar. Vivimos en un mundo en el que un smartphone estándar tiene, en promedio, una pantalla de 6,3 pulgadas, quizás incluso más. Durante los últimos meses he llevado en mi bolsillo mi teléfono personal con sus generosas 6,8”. El segmento de las tablets “medianas”, en muchos casos, está siendo ocupado por los smartphones. Una pantalla de 11 pulgadas, en cambio, es otra historia. O mejor dicho, otra experiencia.

La Xiaomi Pad 5 cuenta con una pantalla de 11” con resolución de 2.560x1600 píxeles con unos 274 píxeles por pulgadas, soporte a HDR10 y Dolby Vision, y una más que generosa tasa de refresco de 120 Hz que la hace sentir extremadamente fluida en el uso, algo que resulta muy útil en el mundo de los videojuegos móviles.
Porque efectivamente, esta tablet ofrece una gran experiencia de juego. Durante mis semanas de pruebas con el dispositivo pude experimentar con títulos como Genshin Impact y Call of Duty Mobile (básicamente, los juegos que más disfruto en smartphone y que siempre uso para las pruebas de dispositivos), en configuraciones gráficas en nivel “alto” e incluso en nivel “muy alto”, aunque claramente en este último nivel gráfico, en el caso de Genshin, hacía que la tablet calentara un poco más de lo que me gustaría, y ocasionalmente sufría de algún “hipo” en la fluidez de imagen, por así decirlo. En configuración de gráficos “Alto” y “Medio”, no tuve ningún problema de disfrutar de estos juegos en esta enorme pantalla de 11”.
La Pad 5 lleva en su interior un procesador Qualcomm Snapdragon 860 y una GPU Adreno 640, además de 6 GB de memoria RAM. Esto es un hardware más que suficiente e incluso generoso para jugar a cualquier título disponible en la Play Store, aunque no esperemos el mismo rendimiento de un Snapdragon 888, por ejemplo.

Ese mismo hardware le ofrece una buena fluidez y respuesta en la multitarea. MIUI permite utilizar distintas aplicaciones en simultáneo (dos en pantalla, o una app flotante, por ejemplo), lo que resulta muy útil en un panel de este tamaño tanto para trabajar como para estudiar y, por supuesto, para ver un video en YouTube al mismo tiempo que recorremos nuestro timeline en Twitter.
Sí, estoy mencionando mucho la pantalla, pero es que sin duda personalmente es el factor más interesante de este dispositivo, en especial para consumir multimedia, porque la Pad 5 también cuenta con cuatro altavoces con tecnología Dolby Atmos (dos a cada lado), lo que ofrece un sonido estéreo con un volumen muy alto. Aunque es cierto que prefiero usar auriculares (en este caso Bluetooth, dado que no tiene puerto jack de 3,5mm), en muchos momentos pude aprovechar la Pad 5 para ver alguna serie de Netflix o video de YouTube mientras cocinaba o hacía alguna otra tarea, usando los altavoces de la tablet. Un ejemplo real: los diálogos en videos y películas se escuchan y se entienden a la perfección incluso cuando estás lavando los platos.


La Xiaomi Pad 5 es una buena tablet que no debería ser opacada por la idea de que la única tablet que realmente vale la pena es el iPad. El precio de la tablet Xiaomi es competitivo, en especial si la comparamos con el modelo “Pro” de la tablet de Apple (aunque no son rivales directos, sí se comparan en su tamaño y el soporte a un stylus, por ejemplo). La mayor diferencia entre el iPad y cualquier tablet Android está en sus aplicaciones. En el ecosistema de la tablet de Apple, muchos más desarrolladores han querido aprovechar el mercado del iPad creando apps específicas para iPadOS. En el caso de Android, aún falta mucho camino por recorrer en materia de aplicaciones. Pero eso no significa que fabricantes como Xiaomi no estén haciendo un trabajo interesante en que la propia interfaz de sus tablets se sienta como una tablet, y no como un teléfono grande. Ese es el caso de la Pad 5.

En cuanto a sus cámaras, bueno, nunca he considerado a las cámaras como parte esencial de una tablet, o un factor decisivo. Pero están ahí, y no dejarán de incluir cámaras en las tablets. La cámara frontal es de 8 MP y tiene la suficiente calidad y nitidez como para realizar videollamadas. La cámara posterior es de 13 MP con doble flash y soporte para grabar videos de hasta 4K y 30 fps. No es una gran cámara (repito, es la cámara de una tablet, y no espero mucho de ellas), pero cumple lo suficiente para obtener alguna foto cuando solo tienes este dispositivo a mano, o para escanear documentos, por ejemplo. Eso sí, me sorprendió para bien en la cantidad de detalles que obtiene incluso en escenarios con muchas sombras.

Para finalizar, debo mencionar que el diseño de la Pad 5 me parece muy atractivo. La versión de la tablet que pude probar era de un color perlado, que cambia ligeramente al estar bajo la luz. Su cuerpo tiene bordes de aluminio y la parte trasera, afortunadamente, no es un imán de huellas dactilares. El módulo de su cámara sigue la misma línea de diseño de dispositivos como el Xiaomi Mi 11 Lite, una decisión que me parece muy acertada.
