A quién no le va a gustar tener en el taller una máquina que se ilumina con una luz violeta al funcionar.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
La impresión 3D en resina tiene un lado oscuro muy engorroso: la limpieza y curado de las piezas. Anycubic se ha desmarcado del resto de fabricantes con el lanzamiento de la Wash & Cure Max, una estación de lavado y curado con una capacidad de nada menos que 15 litros (14,9) pensada para profesionales. En Gizmodo la hemos probado.
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Grande por dentro, grande por fuera
Grande por dentro, grande por fuera
Los controles táctiles de la parte frontal de la Wash & Cure Max son sencillos y útiles.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Sencillamente no estaba preparado para el tamaño de la caja de la Wash & Cure Max. Las estaciones de lavado y curado de resina suelen ser pequeñas. La más grande que he probado es precisamente la Wash & Cure Plus, que mide 192 x 120 x 290 mm. La Max es, literalmente, del tamaño de una lavadora de ropa portátil, con un espacio interior para piezas de hasta 16,5x30x30cm (14,9 litros). Este primer detalle ya dice mucho del público al que va orientada, que son los profesionales de impresión 3D con un taller a su disposición. Si usas tu impresora para imprimir figuras de Warhammer en casa te basta y sobra con la Wash & Cure 2.0, o la Wash & Cure Plus.
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La Anycubic Wash & Cure Max no es apta para todos los hogares porque es sencillamente enorme. La impresora que hay arriba es la Photon M3 Premium, una de las más grandes del fabricante, y luce pequeña en comparación.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
¿Para qué usar una estación de lavado tan grande? Pues para tratar piezas muy grandes. Los 14,9 litros de la Max y su espacio interior de 165x300x300mm permiten lavar y curar piezas realmente masivas.
Pero no todo es una cuestión de tamaño en la Max. La impresora es la primera de Anycubic que funciona como un lavaplatos, por así decirlo. En las estaciones de lavado convencionales las piezas van sumergidas en un recipiente con agua o alcohol isopropil (dependiendo del tipo de resina que uses) y la máquina lo único que hace es mover el líquido mediante un pequeño motor en su base. En la Max, el agua y el limpiador salen disparados desde dos columnas de pulverización en el interior del tambor. El resultado es un lavado impecable y un consumo de agua mucho menor.
El curado lo realiza una columna de LED ultravioleta en una de las esquinas del tambos interior.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Una vez terminada la labor, el líquido sucio es absorbido por un desagüe en la parte inferior del aparato y bombeado a un cubo para su reciclado. Llegado ese punto la máquina comienza a curar las piezas mediante una columna de LED ultravioleta alojada en otra de las esquinas y protegida también del agua por el propio tambor de plástico translúcido.
Todo el interior de la Wash & Cure Max es a prueba de agua, incluyendo el motor de la base.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
El proceso sigue siendo un poco engorroso (hay que disponer del agua sucia) pero eso es algo inevitable teniendo en cuenta que trabajamos con resina tóxica que no se puede arrojar por el lavabo a la buena de dios. Lo que debo reconocer es que la Wash & Cure Max no solo deja las piezas impecables, sino que además gasta menos agua y alcohol, y hace el proceso posterior de reciclado del agua sucia un poco más conveniente.
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Montaje
Montaje
La Anycubic Wash & Cure Max, con todos sus accesorios.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
La Wash & Cure Max se monta un poco a la manera de una lavadora portátil. La máquina viene con dos depósitos, uno para agua, y el otro para lo que en las instrucciones llaman “limpiador”, o sea, alcohol isopropil. Si usamos resina al agua podemos usar agua en los dos tanques.
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Los tubos de la Anycubic Wash & Cure están numerados para facilitar las conexiones.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Una serie de tubos convenientemente numerados canalizan los líquidos desde sus recipientes hasta la máquina. Cuando la Wash & Cure termina el proceso de lavado, los líquidos resultantes salen por el tubo de desagüe hasta un cubo plegable muy práctico.
De igual manera, una pegatina señala los números y uso de cada conexión.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
La conexión de los tubos es tan sencilla como insertarlos en su toma correspondiente. La desconexión ya no lo es tanto. Hay que apretar el sello de seguridad de cada toma hacia adentro para poder soltar el tubo. El sistema es similar a los que usan las impresoras FDM parta mantener el tubo de filamento en su sitio y es bueno que sea así porque así se evita que los tubos puedan soltarse accidentalmente. Simplemente ten en cuenta que la Wash & Cure Max está pensada para ser instalada en un lugar y ya no moverla mucho de ahí.
Sacar los tubos requiere de apretar hacia adentro un seguro como el de los tubos en una impresora de filamento.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Tanto los depósitos como los tubos como las entradas y salidas en la máquina están numeradas a prueba de despistados como yo. Es una pena que los depósitos no estén integrados dentro de la propia máquina para que el conjunto sea algo más bonito. Quizá para una futura segunda versión del dispositivo.
Las tomas en los depósitos de agua también están numeradas.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Una vez conectados los tubos tan solo hay que colocar la bandeja para piezas en su sitio (se instala simplemente haciéndola girar hasta que encaje suavemente) y encender la máquina.
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Usando la Wash & Cure Max
Usando la Wash & Cure Max
La bandeja para piezas tiene cuatro rodamientos para facilitar su rotación.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
La Wash & Cure Max es sorprendentemente silenciosa y fácil de usar. El panel de botones de la parte frontal nos permite ajustar el tiempo de cada proceso y parar la maquina en caso necesario. Un conveniente modo automático activa un ciclo de lavado y secado con un solo botón.
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Sea cual sea el ciclo activo, la tapa se bloquea y no se puede abrir hasta que termine o la paremos. Al hacerlo hay que esperar además a que termine de drenar el interior. Como ocurre con el resto de productos que procesan resina, la tapa superior protege de la luz ultravioleta.
La tapa superior se bloquea al funcionar para evitar abrirla accidentalmente y protege de la radiación ultravioleta.Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Todo en la Anycubic Wash & Cure Max es extremadamente conveniente, pero tengo ciertas pegas respecto a su cesta para piezas. Para empezar no se por qué es rectangular y no redonda (creo que redonda aprovecharía mejor todo el espacio disponible en el tambor, pero quizá me esté perdiendo algo). También creo que sus paredes de rejilla interfieren un poco con la luz ultravioleta del secado, lo que significa que a menudo hay que darle la vuelta a las piezas para curarlas correctamente por los dos lados.
Que no te engañe la imagen. Esa pieza tiene 16cm de diámetro y aún así parece pequeña dentro de la bandeja.Gif: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Me hubiera gustado que Anycubic hubiera añadido una bandeja de espejo para sustituir la cesta cuando solo queremos secar las piezas, pero también entiendo que eso arruinaría la idea de la máquina, que es precisamente poder lavar y curar las piezas con un solo botón. De todos modos somos makers y ya estoy tomando medidas del sistema de anclaje de la cesta y buscando espejos redondos pequeños para diseñar e imprimir mi propia bandeja cuando quiera secar muchas piezas sin que se amontonen.
Por cierto, y por si te lo estabas preguntando: ¿qué se hace con el agua residual que sale de la máquina? El problema con ese agua es que está mezclada con resina liquida, y la resina líquida es contaminante para el medio ambiente. Lo que se hace es dejar reposar el líquido para que la resina, más densa, vaya al fondo. Después se quita parte del agua ya limpia y se deja el resto al sol, donde la radiación ultravioleta endurece la resina que pueda quedar en el fondo. Una vez curada de esta manera se vuelve completamente inerte y puede tirarse a la basura sin peligro para la fauna.
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Anycubic Wash & Cure Max: conclusiones
Anycubic Wash & Cure Max: conclusiones
La bandeja tiene espacio para piezas realmente grandes (hasta xx x xxmm)Photo: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Desde que llegó la Wash & Cure Max ya estoy pensando qué modificaciones hacerle para que los depósitos del exterior sean algo más estéticos y para añadirle una bandeja de secado, pero ese tipo de proyectos me pasan con cada herramienta que cae en mi taller. No es menoscabo al diseño de la máquina, que me parece fantástico y un salto definitivamente mejor respecto a las estaciones de lavado por inmersión que he visto hasta ahora.
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Las piezas de resina salen impecablesPhoto: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Al final, la Wash & Cure Max cumple lo que promete, que es dejar las piezas impecables pulsando un solo botón, una suerte de caja mágica imprescindible en cualquier taller de impresión que trabaje con piezas de resina de gran formato. Si a eso le añadimos que solo cuesta 389 euros (299 en oferta de promoción si la reservas ahora en la web de Anycubic), estamos ante un estándar imprescindible en pequeños talleres de impresión 3D.