Tras el accidente mortal ocurrido hace unos días donde una mujer murió arrollada por un coche autónomo de Uber, el estado de Arizona ha decidido suspender las pruebas de la compañía en las carreteras.
Es probable que se trate de la primera muerte causada por un vehículo autónomo, y las secuelas no han tardado en dejarse ver, empezando por el cese inmediato de las operaciones de este tipo de conducción en el estado, todo ello en medio de una investigación de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte en Estados Unidos.
El Departamento de Policía de Tempe también está llevando a cabo una investigación que posiblemente será entregada a la oficina del Fiscal del Condado de Maricopa. Hay que recordar que antes del accidente Uber había estado probando coches autónomos en Arizona desde finales de 2016 gracias a la postura reguladora del estado sobre la tecnología. La compañía también había estado probando sus coches en San Francisco, pero la empresa se vio obligada a retirarlos por falta de permisos requeridos.
Sea como fuere, la suspensión en Arizona es automática. Según el gobernador del estado, Doug Ducey, por el “interés y bien del pueblo” de Arizona tras el “fracaso indiscutible” de Uber. [WSJ]