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Por ejemplo, juegos de gran tamaño como Red Dead Redemption 2, un título que según pruebas tarda 2 minutos y 8 segundos en cargar en la Xbox One X, le toma apenas 38 segundos en Xbox Series X. El exitoso Control, que tarda 58 segundos en cargar en Xbox One X, lo hace en apenas 10 segundos en Xbox Series X, una diferencia impresionante. Assassin’s Creed Odyssey, otro juego de gran tamaño, tarda 1 minuto y 7 segundos en cargar en Xbox One X, mientras que en Xbox Series X lo hace en 30 segundos. Sin embargo, Call of Duty: Warzone no tiene una diferencia tan drástica: su tiempo de carga es de 21 segundos en One X y de 16 segundos en Series X.

En el caso de las transferencias entre unidades de almacenamiento, el cambio también es notable. Según pruebas de Grubby, es posible trasladar un juego de más de 100 GB, como lo es Assassin’s Cred: Origins, entre el SSD interno a un SSD externo en poco más de 4 minutos y 30 segundos, y de un SSD externo al SSD interno en apenas 2 minutos y 18 segundos. En el caso de transferencias de datos con un disco duro (HDD) externo, los tiempos incrementan hasta 10 minutos y 36 segundos (SSD interno a HDD externo) a 7 minutos y 46 segundos (HDD externo a SSD interno).

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La Xbox Series X cuenta con una unidad de almacenamiento de 1 TB, pero según las pruebas, solo unos 802 GB están realmente disponibles para el almacenamiento de juegos; el resto, es ocupado por el sistema operativo y archivos del sistema. Por otro lado, la velocidad de carga no debería estar limitada al inicio o lanzamiento de juegos. En el caso de PlayStation 5, Sony asegura que las pantallas de carga dentro de los juegos deberían, básicamente, dejar de existir. En la nueva Xbox Series X el resultado debería ser el mismo o similar. [vía CNET / Verge / Grubby / Nibellion]