Microsoft ha anunciado todos los detalles de su próxima generación de consolas, la cual llegará en dos presentaciones: la Xbox Series X y la Xbox Series S. Pero, ¿cuáles son sus diferencias? La realidad es que no son tantas como podríamos imaginar, además de su potencial gráfico y un precio notablemente mas bajo para una de las versiones.
Tanto la Xbox Series X como la Xbox Series S llevarán en su interior el mismo procesador (CPU) de ocho núcleos basado en Zen 2, con la diferencia de que en la Series X se ejecutará a 3,8 GHz mientras que en la Series S a 3,6 GHz. No obstante, en el apartado gráfico las diferencias sí son notorias. Mientras que la Series X cuenta con una GPU AMD RDNA 2 de 52 CU, la Series S cuenta con una AMD RDNA 2 de 20 CU. Eso significa en que la Xbox Series X cuenta con una potencia de GPU de 12,15 Teraflops, mientras que la Xbox Series S tiene una potencia de GPU de apenas 4 Teraflops.
¿En qué se traduce esto en cuanto a la experiencia para el usuario? La respuesta es una considerable diferencia de resolución en los juegos. La Xbox Series X cuenta con una resolución de 4K a 60 fps, capacitada para llegar hasta los 12 fps. Mientras tanto, la Xbox Series S cuenta con una resolución de 1440 píxeles a 60 fps, también capacitada para llegar hasta los 120 fps.
De resto, las diferencias más importantes incluyen que la Series S no tiene unidad óptica para juegos en formato físico (es una consola 100% digital), que su memoria RAM es de 10 GB de tipo GDDR6, mientras que la Xbox Series X cuenta con 16 GB de tipo GDDR6, y que su capacidad de almacenamiento es de 512 GB mediante SSD, mientras que la Series X cuenta con 1 TB mediante SSD (en ambos modelos la capacidad de almacenamiento se puede expandir).
Estas diferencias hacen que mientras que el precio de la Xbox Series X es de 499 dólares, el de la Xbox Series S es de 299 dólares. Ambas consolas estarán disponibles el próximo 10 de noviembre. [vía Microsoft]
