
Les dijimos que no miraran directamente al sol. Varias veces. Unas cuantas veces, de hecho. No era otro intento de aplicar la psicología inversa: el daño que pueden hacer a la retina es tan real como irreversible. Pero no hicieron caso. Basta con decir “no lo hagas” para que la gente haga lo contrario.
Advertisement
G/O Media may get a commission
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
La gente.
Actualización: Oh, no.
