
Si eres de los que gustan de revelar cientos de fotos, probablemente la Selphy CP1500 no sea para ti. Sin embargo, si estás pensando en tener en casa tu propio centro de revelado para imprimir una buena foto de vez en cuando quizá esto te interese.
La CP1500 no será desconocida para los que estén familiarizados con las impresoras Canon. Se trata de la última versión de una larga saga de impresoras fotográficas. Como buena recién llegada, es más rápida, más fácil de usar y con algunas opciones más para dar a los usuarios la versatilidad de imprimir cualquier foto, venga de donde venga.
Diseño y conexiones
Externamente, la Selphy CP1500 es diminuta. Mide solo 18,2 x 5,7 x 13,3 cm y pesa 850 gramos. Hay que tener en cuenta que el papel para las fotos se carga desde un cartucho reutilizable que amplía a más del doble el ancho de la impresora, pero se puede quitar sin problemas mientras no se use. Otro detalle a tener en consideración es que, cuando imprime, saca el papel por la parte posterior unos 8cm. Esto obliga a situar la impresora en un lugar bastante despejado por detrás. Si la dejas pegada a una pared tendrás problemas.



La Selphy CP1500 tiene conexiones USB-C, SDHC y MicroSDHC. También podemos conectarnos a ella por wifi desde cámaras, portátiles o móviles. Desde estos últimos las fotos se envían a imprimir mediante una aplicación llamada Selphy Photo Layout disponible en iOS y Android.
La app permite seleccionar diferentes collages para cada papel, recortar o girar las fotos a nuestro gusto o añadir texto, dibujos y otros efectos sencillos. Hay software de edición bastante más potente, pero Selphy Photo Layout permite un nivel razonable de personalización y es muy eficiente enviando las fotos a imprimir desde el móvil, que es de lo que se trata. Si optamos por enchufarle una tarjeta SD o un dispositivo USB-C, el proceso es incluso más rápido. Podemos acceder a los archivos y seleccionarlos desde la amplia pantalla de 3,5 pulgadas de la impresora.
Calidad de impresión
La Selphy CP1500 es una impresora de sublimación. Imprime en tres capas (amarillo, magenta y azul) seguidas de una cuarta capa protectora. Gracias a esta tecnología imprime con una profundidad de color de 24 bits (256 tonos por color) con una calidad como la de las publicaciones profesionales (300 puntos por pulgada).
Un detalle importante es que la fidelidad de color no es del todo exacta. Probablemente tenga que ver con el hecho de que emplea tres tintas para imprimir, pero los tonos, aunque vivos y definitivamente bonitos no son al 100% los mismos que ves en pantalla ni en el móvil, ni en el PC. Las fotos obtenidas mediante una cámara profesional sí se acercan más al resultado en papel, así que sospecho que es más un tema de gestión de color en fotografía móvil que otra cosa.

En cuanto a formatos, lo normal es que CP1500 imprima en fotos de 10x15 (100 x 148mm), pero también hay disponibles papeles de 54 x 86mm (tamaño tarjeta de crédito), pegatinas cuadradas de 54 x 54mm, pegatinas de 72 x 86mm, o mini etiquetas adhesivas de 22 x 17,3mm. La tinta y el papel se venden juntos. En otras palabras, cuando compras un paquete de 36 papeles fotográficos este ya viene con la tinta necesaria para imprimirlos. Huelga decir que los cartuchos rinden exactamente 36 fotos de 10 x15.

Esto, de por sí, ya es un handicap, y probablemente la mayor pega de la Canon Selphy CP1500, y es que el precio por copia es bastante más elevado de lo que saldría un servicio de revelado convencional (72 céntimos por cada copia de 10x15 frente a los 10 o 16 céntimos que cuesta cada copia en un revelado convencional si solo revelamos 36 fotos (el coste es aún menor cuántas más copias hagamos). La ventaja de un sistema semejante es obvia: tienes el laboratorio de revelado en casa, con toda la privacidad, tranquilidad y conveniencia que eso conlleva.
Un detalle importante es que el papel que Canon ha creado para la Selphy CP1500 es espectacularmente bueno. El veterano fabricante asegura que las fotos impresas con esta impresora duran como mínimo 100 años sin deteriorarse siempre y cuando se almacenen correctamente, o sea, en un álbum, a una temperatura medias de 23 grados y con una humedad relativa del 50%. Es complicado confiar en una promesa tan a largo plazo que ni siquiera vamos a estar aquí para comprobarla, pero en Canon la han puesto a prueba mediante un método de envejecimiento acelerado y aseguran que es cierto. Desde luego parecen tan buenas o mejores como las fotos de un revelado profesional y, de hecho, es extremadamente difícil romperlas (lo he intentado con una) así que algo de verdad hay.
Al salir de la impresora, las fotos tienen dos bordes blancos que se sueltan simplemente doblándolos y tirando de ellos suavemente. Al terminar la operación queda un borde un poco más aserrado al tacto pero imperceptible a simple vista.

Una impresora para las grandes ocasiones
No encuentro nada que decir en contra de la Canon Selphy CP1500. Es pequeña, práctica, rápida, fácil de usar y barata. Mi mayor pega es que los costes de revelado por foto son sensiblemente mayores que los del revelado convencional, lo que probablemente no la hace recomendable para imprimir grandes volúmenes de fotos.
Sin embargo, la calidad de imagen de las fotos y del papel que usa esta impresora la hace muy recomendable como equipo en el que imprimir ocasionalmente una foto para regalar a la abuela cuando viene de visita o incluso para renovar los portarretratos de vez en cuando. De hecho es probable que este uso sea mucho más racional hoy en día teniendo en cuenta que ya muy poca gente revela cantidades masivas de fotos, y que la fotografía digital ha llenado nuestros móviles de miles (literalmente) de imágenes. No se puede imprimir todo, y la Selphy CP1500 te anima a ser selectivo. También es una impresora ideal para pequeños eventos como bodas en los que se necesita imprimir fotos de recuerdo para los invitados en el momento y en una calidad excelente.