Durante su conferencia en la E3 2016 Microsoft presentó una versión más delgada y pequeña de su consola de sobremesa, la Xbox One. La llamaron Xbox One S y aseguraron que tendría el mismo soporte que la versión actual. Sin embargo, también tiene más potencial para videojuegos.
En una entrevista con Polygon el director del estudio responsable del desarrollo de Gears of War 4 mencionó que su juego tendrá un mejor rendimiento en la nueva Xbox One S que en la Xbox One original. Dado que la nueva versión de la consola cuenta con ligeras mejoras en cuanto a procesador y potencial gráfico (CPU y GPU), los desarrolladores de este juego lo han aprovechado para mejorar los detalles en las superficies en cosas como el metal y las armaduras, y mantener más fácil elo nivel de cuadros por segundo durante las partidas.
Y esto es solo el principio. Es inevitable que los juegos funcionen mejor en la Xbox One S que en la Xbox One original, así sean técnicamente de la misma generación. Han pasado casi tres años desde la llegada de la primera versión por lo que los componentes de la nueva son más avanzados, evidentemente. Esto quiere decir que nacerá una pequeña brecha de calidad gráfica entre ambas versiones, y ni hablar de la que habrá con Project Scorpio y sus capacidades para dar soporte a juegos en 4K. [vía Polygon]