
Los datos recabados por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA sugieren que las fosas lunares tienen una temperatura estable, ya que sus salientes hacen que se mantengan frescas durante el día y además ayudan a que el calor no se escape de noche, convirtiéndolas en un refugio natural perfecto.
Aunque nos resulte difícil de creer ahora, la superficie inerte de la Luna estuvo en su día plagada de actividad volcánica. Hoy, vemos las pruebas de esto en las enormes fosas y tubos volcánicos que plagan la superficie lunar. Conocemos la existencia de estas fosas desde hace varias décadas, pero las últimas investigaciones indican que la temperatura dentro de ellas podrían ser mucho más suaves que en la superficie circundante.
Los datos recopilados por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA indican que el interior de las fosas se mantiene a una temperatura relativamente constante de 17,2 grados durante todo el ciclo lunar día/noche. Si esto se confirma, podría convertir las fosas en un objetivo perfecto para la exploración humana e incluso convertirse en un lugar idóneo para establecer una base lunar permanente.
“Las fosas lunares son una característica fascinante de la superficie lunar”, dijo ayer Noah Petro en un comunicado de prensa de la NASA. Petro es un científico del proyecto Lunar Reconnaissance Orbiter. “Saber que crean un entorno térmico estable nos ayuda a pintar una imagen de estas características lunares únicas y la perspectiva de explorarlas algún día”.
Estos hallazgos fueron publicados a principios de este mes en Geophysical Research Letters. “Unas 16 de las más de 200 fosas son probablemente tubos de lava colapsados”, dijo el líder del proyecto, Tyler Horvath, en el comunicado. Los investigadores se fijaron que algunos de los pozos tienen salientes, la característica clave que podría ofrecer a los futuros exploradores de la Luna protección contra los rayos cósmicos, los micrometeoritos y las fluctuaciones salvajes que hay en la temperatura de la superficie lunar.
Según la NASA, la superficie de la Luna puede alcanzar temperaturas máximas de 126,7 grados y mínimas de -173,3 grados. Pero estos salientes, al parecer, dan sombra a los pozos durante el día y evitan que el calor se escape por la noche, lo que favorece que tengan una buena temperatura constante de unos 17,2 grados.
A medida que aumentan los esfuerzos de la NASA para devolver a los humanos a la Luna, los enfoques creativos para aguantar durante largos periodos en la superficie lunar están volviéndose cada vez más importantes. Si bien no está claro exactamente cómo (o incluso si) la NASA utilizará estas fosas en sus próximas misiones, saber que tienen una temperatura estable presenta una posibilidad muy interesante.