
El salar de Arizaro, el segundo más grande de Argentina (y el tercero del mundo), alberga una de las formaciones naturales más perfectamente cónicas del planeta: el Cono de Arita, una pirámide de 200 metros de altura.
Una joya de la naturaleza prácticamente desconocida por su difícil acceso, el Cono de Arita ha sido objeto de multitud de suposiciones sobre su origen. A principios del siglo XX, la gente estaba convencida de que el cono tenía una forma tan perfecta que había sido construido por el hombre, como las pirámides de Egipto. Sin embargo, la investigación científica sugiere que esta imponente formación es en realidad la punta de un pequeño volcán que carecía de poder para arrojar lava desde el manto terrestre y desarrollar un cráter.
Pero existen otras teorías, y hace falta más investigación para entender del todo su origen. En palabras del geólogo Aroldo Saúl Kärcher:
El Cono se asienta en forma discordante sobre la formación Arita, compuesta por una roca ignia denominada granito-granodiorita. Esta formación, muy erosionada, es un cuerpo saltuario elongado de norte a sur por unos 10 km y con 2 km de ancho.
A la formación Arita se le asigna una edad carbónica de aproximadamente 180 millones de años. Sin embargo el Cono es mucho más joven. Entonces, ¿a qué estructura geológica respondería el inusual Cono?
Por su aspecto podría decirse: a) Se trata de una estructura sedimentaria denominada anticlinal que se forma por el plegamiento de los estratos de rocas por fuerzas radiales opuestas. Pero aquí las rocas no están plegadas. b) Podría semejarse a una estructura en forma de domo salino formado por la fluencia plástica de la sal de roca, aunque no existe una espiga de sal que haya fluido, ni el típico casquete de anhidrita. c) Un domo lacolítico producido por la intrusión de una masa ígnea entre los planos de estratificación, formando una masa lenticular convexa hacia arriba. Pero su forma no coincide. Y d), se asemeja mucho a la forma de un estrato volcán, donde el cono principal está constituido por coladas de lava en forma de lenguas, y el piro clástico de bombas lapilli y cenizas.
El Cono de Arita, hoy considerado el cono natural más perfecto del mundo, está ubicado entre las poblaciones de Caipe y Tolar Grande, en la puna de Atacama, provincia argentina de Salta. Con sus 200 metros de altura, el cerro domina el salar de Arizaro, un lago de más de 1600 kilómetros cuadrados a 3460 metros de altitud cuyas aguas se evaporaron para dejar lugar a la sal, el mármol y los distintos metales que aún hoy se extraen de la zona (hierro, cobre y ónix).
El nombre Arizaro proviene de la lengua kunza y significa “nido del cóndor” o “dormidero del buitre”, en alusión al sitio donde descansaban los cóndores que bajaban de la cordillera para alimentarse de los animales que yacían muertos por el camino. Las leyendas y los restos arqueológicos hallados en la zona sugieren que el Cono de Arita pudo ser utilizado como centro ceremonial antes de la llegada de los Incas. Más recientemente se han reportado varios avistamientos de ovnis en la zona, lo que mantiene vivo su carácter misterioso.
Dependiendo de la luz que se refleja en la sal, el Cono de Arita puede verse como un “volcán flotante” en mitad de la nada. A pesar de su imponente belleza, solo unas miles de personas lo visitan cada año, en excursiones que salen desde la ciudad de Salta, teniendo que atravesar el salar.