Siempre que llega un nuevo "gadget" al mercado los destornilladores y las pinzas de iFixIt se ponen a trabajar. El Galaxy S4 no es una excepción. Bajo la cubierta de plástico que Samsung ha elegido para el teléfono se esconde una auténtica bestia que, además, es fácil de reparar.
La batería extraíble ayuda. En total el teléfono se mantiene en pie gracias a 11 tornillos Phillips, bastante comunes en este tipo de dispositivos pero a diferencia del HTC One y el iPhone la cubierta de la batería y la amplia superficie en el interior del dispositivo gracias a la gran pantalla hacen que sea fácil desensamblar los distintos componentes. La única excepción es la pantalla AMOLED, que se encuentra pegada al cristal frontal.
En total el teléfono obtiene un índice de "reparabilidad" de ocho sobre 10. Un punto más que el iPhone 5. El modelo desmontado es el compatible con redes LTE y que usa un procesador Qualcomm de cuádruple núcleo, el que se verá en la mayoría de los países. [iFixIt]