
Ikea y Sonos siguen ampliando su línea de altavoces inteligentes “asequibles” (asequibles para lo que cuestan unos Sonos) y con ese toque minimalista de diseño sueco tan típico de Ikea. El nuevo integrante de esta familia es una especie de cuadro o marco para arte.
Si dudo en llamarlo marco para fotos es porque no se le pueden poner fotos de manera tradicional. Su frontal de tela decorado con diferentes motivos es intercambiable, lo que le da un plus de personalización siempre y cuando no te salgas de los diseños ya existentes. De momentos solo hay dos obra de la artista Jennifer Idrizi, en blanco o negro, pero Ikea asegura que comercializará más en el futuro. Sería una ideaza que comenzaran a vender versiones en blanco para que cual hiciera el cuadro que quisiera o que se pudieran personalizar con algún sistema tipo kiosko de revelado de fotos, pero de momento es lo que hay.

A nivel técnico, ni Ikea ni Sonos son especialmente precisos en los detalles de audio. El altavoz se conecta vía Wifi o Airplay como los demas de Sonos. No tiene Bluetooth. Los botones de control se encuentran en un lateral, y un habitáculo en la parte de atrás permite albergar el cable para que no sobresalga de la pared más que 6cm. El cable, por cierto, mide 3,5 metros.
En cualquier caso si queremos lo podemos apoyar en una pata o posarlo sobre una superficie. Un truco interesante es que podemos conectar uno de estos Symfonisk a otro (y este a la corriente) para crear un sistema estéreo de dos cuadros. Como avanzábamos arriba, sale a la venta el 15 de julio en tiendas Ikea y cuesta 199 euros.