
El concepto Flagship Killer (un móvil con prestaciones de gama alta y precio de gama media) ha enraizado tanto en el mercado de la telefonía móvil que Realme ha hecho propia la expresión para presentar su nuevo Realme GT 5G. Tras probarlo varias semanas, creo que el GT es incluso mejor que eso: es una buena compra.
Los conceptos nacidos al abrigo del marketing siempre son tramposos. Al final el ser o no un Flagship Killer depende un poco de con qué lo compares. ¿Es el Realme GT mejor que un Samsung S21 5G? Pues no. La carga del GT 5G es más rápida que la del S21, pero el modelo de Samsung es más pequeño, más ligero, es resistente al agua, tiene carga inalámbrica, mejor procesado de sonido, graba vídeo en 8K... ¿Es mejor que el Sony Xperia 5 III? probablemente tampoco, y podemos estar así todo el día. Probablemente los fabricantes harían bien en dejar de lado los conceptos que invitan a la comparación. Lo importante en este caso es que he estado tres semanas funcionando con el Realme GT 5G y no encuentro ninguna razón de peso para no recomendarlo. Las prestaciones que ofrece por 449 o 599 euros dependiendo de la RAM (probablemente ya lo encuentres más barato) son un muy buen trato.
Siguiendo con las comparaciones, el Realme GT 5G está muy en la línea de terminales como el Xiaomi Mi 11 Lite 5G o del Poco F3. El modelo de Realme les supera en algunas cosas y se queda por detrás en otras, pero los tres van muy parejos. En el caso del Realme GT 5G, sus puntos fuertes son un procesador Snapdragon 888 5G (un chip reservado a los gamas altas), batería de 4.500 mAh con carga rápida de 65W, y pantalla Super AMOLED de 6,43 pulgadas sobre panel a 120Hz.
El móvil también cuenta con algunas prestaciones muy valorables como la ranura para tarjetas MicroSD, conector de auriculares, conexiones 5G y wifi 6, altavoces estéreo Dolby, y un grupo de tres cámaras muy competente comandado por un sensor Sony de 64 megapíxeles.
Ojalá más móviles diseñados como este
En un mercado saturado hasta la extenuación de móviles con la parte trasera cristalina y brillante, el GT 5G amarillo y negro es un refrescante soplo de aire fresco... y mate. Su diseño en cuero con una banda cristalina es atrevido, sobre todo por su color amarillo, pero personalmente lo encuentro espectacular. Eso por no mencionar que no resbala ni es un imán para huellas. Tenía miedo de que la parte de cuero vegano (una bonita manera de decir cuero sintético) terminara gastada o teñida con el uso diario, pero después de innumerables horas en el interior del bolsillo de un tejano lo cierto es que parece aguantar el tipo sin problemas. No puedo garantizar nada de aquí a un año, pero de momento ha pasado la prueba.

Aunque no tan fino y ligero como el S21 5G, el Realme es también muy manejable (158,5 x 73,3 x 8,4 mm) y bastante ligero (186 gramos) para lo que es habitual en los móviles de hoy en día.
El cristal de la pantalla es una combinación de bordes curvados y un pequeño marco elevado que funciona mejor de lo que parece en términos de sujección y comodidad. De todos modos cualquier duda sobre la pantalla queda al margen cuando la enciendes. El Display del Realme GT 5G no será compatible con HDR10+ y su brillo se nota un pelo azulado, pero en las pruebas arroja el mismo nivel de brillo (o casi) que el OnePlus 9 Pro. Realme no especifica el brillo de la pantalla en Nits, pero el del OnePlus es 1300, así que este no puede andar muy lejos. Dos sensores de luz (uno en la parte delantera y otro en la posterior) se encargan de ajustar el brillo con mucha eficiencia en modo automático.

El sonido del Realme GT es bueno, pero no sobresaliente. Se agradece la presencia de dos altavoces estéreo compatibles con Dolby, pero el procesado no es nada del otro mundo. Suenan potentes, pero con un matiz excesivamente metálico y falto de graves, sobre todo a todo volumen.
Del sensor de huellas bajo la pantalla y el reconocimiento facial poco se puede decir. Funcionan como se espera, que ya es mucho. La batería es uno de los puntos fuertes del equipo. Dura entre día y medio y dos días, lastrada probablemente por el excesivo procesador. La batería de 4500 mAh es similar a la del Realme 8 Pro, pero en este rinde más horas. La buena noticia es que el cargador de 66W llena la batería completamente en poco más de 35 minutos, así que será difícil que tengas que preocuparte por la autonomía siempre y cuando tengas un enchufe cerca. El Realme GT 5G no tiene carga inalámbrica ni reversa.
Rendimiento con algunas calenturas
Normalmente solemos recibir los móviles que probamos en la máxima configuración posible... y eso es un problema, porque es difícil tener problemas de rendimiento con 12GB de RAM y 256 de almacenamiento. En este caso pedí expresamente la de de 8 / 128 GB porque creo que es la más jugosa desde el punto de vista de precio (ambos terminales son idénticos en todo salvo en la memoria, y la versión de 12 / 256 es 150 euros más cara).

La buena noticia es que con 8 /128 GB todo funciona a la perfección. El músculo del Snapdragon 888 se basta y sobra para casi cualquier cosa que le pidamos. Obviamente, hay tareas como la de grabar en 8K que quedan fuera del alcance del Realme GT, pero creo que 4K a 60 Hz es más que suficiente para el 90% de usuarios.
Lo mismo ocurre con el tema videojuegos. El Realme GT 5G es más que capaz de defenderse con los juegos más tragones del mercado. Sin embargo, he apreciado que se calienta de manera bastante notable tras largas sesiones. Si lo que buscas es un Flagship Killer para jugar es probable que encuentres mejor lo que buscas en un Nubia Red Magic 5S o alguno de los modelos posteriores de ese fabricante. Por supuesto, lo que ganas en potencia para jugar sin throttling lo pierdes en tamaño del móvil y en cámaras, pero no se puede tener todo.

Cámaras
Hablando de cámaras, las del Realme GT 5G son competentes, pero no espectaculares. De hecho tengo sentimientos encontrados porque hace no mucho probé otro modelo de la compañía, el Realme 8 Pro, que sacaba fotos incluso mejores siendo un móvil más barato que este. El problema del 8 Pro es que tiene mucho menos músculo en términos de procesador, pero probablemente sea bueno que le eches un vistazo si lo que buscas es un gama media con unas cámaras estupendas.
Con todo, no podemos hablar de malas cámaras. Normalmente borro las fotos de prueba que hago con el móvil. En contadas ocasiones guardo alguna, y esta ha sido una de ellas. Hay varias cosas de las cámaras del Realme GT 5G que me gustan especialmente. La primera es que el zoom, pese a no tener ningún apoyo óptico, se las ingenia para dar unos resultados muy decentes.
La segunda cosa que me gusta es la gestión del color y del contraste. Ambas son casi perfectas para mi gusto porque maquillan las fotos muy poco, pero al mismo tiempo les dan un toque realmente vistoso.
El mayor enemigo de las cámaras es la noche, pero de nuevo tengo sentimientos encontrados aquí. Comparándolo con el OnePlus 9 Pro (uno de los mejores móviles fotográficos del año) encuentro que el OnePlus capta muchísima más luz, pero esa ventaja se torna un problema porque hace que las fotos sean completamente irreales. El Realme GT saca fotos mucho más oscuras, sí, pero al mismo tiempo más naturales y con unos tonos mucho más cercanos a la realidad. El color de noche es tan bueno como durante el día, y hasta la cámara gran angular logra resultados más que aceptables y cercanos a los de la cámara principal con poca luz. Otro de los puntos buenos es el vídeo, que es capaz de grabar escenas muy vistosas, especialmente en los modos a 60Hz y en la cámara lenta. El enfoque a sujetos también es bastante bueno.
En resumen
Incluso sabiendo sus pequeños inconvenientes (falta de carga inalámbrica o de protección contra el agua, recalentamiento en tareas exigentes...), el Realme GT 5G hace honor a su apelativo de Flagship Killer. Sus especificaciones son realmente buenas para tener un precio tan ajustado. No es el móvil más barato (ni de Realme ni del mercado), pero creo que su propuesta es generosa, sobre todo teniendo en cuenta que probable lo encuentres por menos precio que sus 449 euros oficiales. Durante su lanzamiento se vendió a 369 euros. A ese precio es una auténtica ganga.
Por lo demás, Realme hace suyas de nuevo las famosas tres b de bueno, bonito y barato. Esta vez con un especial acento en las dos primeras. Ojalá veamos más móviles que se atrevan a salirse un poco del diseño de siempre.