Hemos esperado casi 20 años por esto. Los que crecimos viendo la obra maestra de Akira Toriyama estamos de regocijo, Dragon Ball ha regresado, y mejor que nunca. Después del estreno del primer episodio de Dragon Ball Super podemos hacer esta afirmación, y es que ha sido maravilloso. Una oda nostálgica, la afirmación de que esta saga puede dar mucho más.
Este bombardeo de halagos lo hago tanto como profesional como un fanático de toda la vida. Como mucho, crecí viendo semana a semana los episodios de Dragon Ball y Dragon Ball Z. Nuevos y repetidos. Viví las casi interminables batallas con Yamcha, Piccolo, Raditz, Vegeta, Nappa, Freezer, Cell, Buu y tantos otros. Es una época que para muchos es sinónimo de alegrías y buenos recuerdos. ¿Cómo no alegrarnos de su regreso?
Pero lo mejor de todo, Dragon Ball Super se siente a Dragon Ball, sus personajes, la historia y ese humor que es tan característico de Toriyama cuando él está al cargo, está presente. Su primer episodio fue genial y no podemos esperar por uno nuevo.
A continuación hablaré un poco del prometedor inicio de esta nueva saga, sin spoilers.
En Dragon Ball, la Tierra no puede tener paz por mucho tiempo
En Super Goku y sus amigos tendrán que enfrentarse a un nuevo reto. Ellos no lo saben, pero pronto lo sabrán. Han pasado seis meses desde que Goku venciera a Majin Buu, y la Tierra no lo recuerda (de nuevo usaron los poderes de las Bolas del Dragón para pedir el deseo de que los humanos olvidaran esa batalla). Es bastante divertido ver a los Saiyajin intentar vivir vidas normales, tradicionales.
Pero Goku pronto tendrá que luchar con un nuevo villano, uno que no conoce hasta ahora (pero nosotros sí). Como todos los tráilers de Dragon Ball Super mostraban, Bills y Wiss parece que serán los primeros villanos en esta saga. A ellos los conocemos de una de las películas más recientes basadas en este universo, La Batalla de los Dioses, pero de nuevo Dragon Ball reescribirá su historia. En esta serie ellos nunca se han conocido ni mucho menos enfrentado.
En el primer episodio la serie de una vez nos muestra lo vil y cruel que puede ser uno de ellos, y por alguna razón que aún desconocemos, ha fijado su mirada sobre la Tierra. Los días de paz pronto acabarán, y vaya que duraron poco.
Adiós a La Batalla de los Dioses y adiós a GT
Super, como ya sabíamos, no tomará en cuenta los acontecimientos de Dragon Ball GT, es como si nunca hubiesen sucedido. Al fin y al cabo, GT sucede años después de la batalla con Majin Buu, aquí solo han pasado seis meses.
Pero todos los personajes que más conocemos y más nos agradan están de regreso. Desde Gohan, Goten y Trunks, hasta Videl, el molesto Mr. Satan y el gordo (y bueno) Buu. Chi-Chi (Milk) sigue igual que siempre (con ese temible carácter que hasta el más poderoso de los Saiyajin teme), e incluso el Maestro Roshi está de vuelta, tan pervertido como siempre.
Solo haré un pequeñísimo spoiler aquí: si esperabas ver a Vegeta en este episodio, no lo hagas. Por ahora el príncipe amargado de los Saiyajin nos sigue haciendo esperar, y vaya que hace falta.
Dragon Ball Super ya está aquí, después de casi dos décadas. Es un regalo tanto para nostálgicos como yo (que aún a mi edad celebro su llegada, porque eso de que las series animadas son para niños es una vil mentira), como para la nueva generación, esa que no tuvo el placer de ver a Goku hacer una gigante Genkidama hace ya tantos años, para derrotar a uno de los enemigos más fuertes a los que se ha enfrentado.
Gracias por volver, Toriyama.
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