
Parece que el Telescopio Espacial Webb sigue con su racha de hits. El famoso telescopio ha detectado un “nudo” que consiste en un quásar extremadamente rojo rodeado por un grupo de galaxias masivas que existieron hace unos 11500 millones de años.
Esta imagen llega solo un día después de espectacular instantánea de los icónicos Pilares de la Creación, la misma nube de gas que capturó el Telescopio Espacial Hubble en 1995.
Los cuásares son centros energéticos de galaxias que se ven muy brillantes sobre el cielo nocturno. Los cuásares tienen agujeros negros supermasivos en sus núcleos, acomodados sobre remolinos de plasma sobrecalentado. De vez en cuando, estos cuásares liberan tremendas ráfagas de energía que recorren el cosmos.
El cuásar que fotografió recientemente el Webb se llama SDSS J165202.64+172852.3. Existió en el universo antiguo, y la luz que vemos de él viajó durante miles de millones de años antes de llegar a los espejos del Webb.

Vale, los Pilares de la Creación se veían mucho más nítidos que este cuásar a los ojos de Webb. Pero este último elemento está mucho más lejos y tiene miles de millones de años más que la Tierra. La luz del quásar se desplaza hacia el rojo, lo que significa que sus longitudes de onda se han estirado literalmente por la expansión del universo, desplazando la luz hacia el lado más rojo del espectro electromagnético.
Dado que el Webb ve el universo en el espectro infrarrojo, el telescopio era perfecto para escudriñar este quásar gracias a su espectrógrafo de infrarrojo cercano (o NIRSpec).
El análisis previo del cuásar parecía indicar que su galaxia anfitriona podría estar fusionándose con alguna otra galaxia invisible. Pero la imagen del Webb revela una verdad más compleja y emocionante: la galaxia del cuásar está girando alrededor de al menos otras tres galaxias. La imagen de NIRSpec muestra el cuásar visto a través de los diferentes filtros de color del instrumento.
“Nuestro primer vistazo a los datos reveló rápidamente signos claros de interacciones importantes entre las galaxias vecinas”, dijo Andrey Vayner, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins y miembro del equipo del telescopio Webb, en un comunicado de la Agencia Espacial Europea. “La sensibilidad del instrumento NIRSpec fue evidente de inmediato y me quedó claro que estamos en una nueva era de la espectroscopia infrarroja”.
Las galaxias están lo suficientemente juntas y están entrelazadas de manera tan compleja que se las conoce como un “nudo” galáctico: es prácticamente imposible desenredar la luz del cuásar de la de las galaxias circundantes usando telescopios terrestres.
La visión sin igual del Webb está ayudando a resolver algunos de esos dilemas inmemoriales, que a su vez tienen implicaciones para la comprensión de los científicos sobre la formación de galaxias en el universo primitivo e incluso sobre la naturaleza de los halos de materia oscura.