Los Aye-Aye son esas criaturas de estrafalaria apariencia que tan bien “quedan” en Halloween. De hecho, se le considera el principal responsable del origen de la palabra “Lémur”, que quiere decir en latín “espíritu nocturno”. Una cámara nos revela lo que pueden llegar a hacer con sus esqueléticos dedos.
Y es que, con esos largos y estrechos dedos, además de deslizarse en pequeños agujeros y desenterrar larvas para la cena, también pueden hurgarse la nariz. Se sabía que estas criaturas utilizaban sus dedos para ensartar larvas que luego se meten en la boca, y ahora con las nuevas grabaciones muestran que también los usan para un punto de excavación nasal.
Según la autora principal y curadora de mamíferos en el Naturhistorisches Museum der Burgergemeinde Bern, Anne-Claire Fabre:
Hay muy poca evidencia sobre por qué nosotros y otros animales nos hurgamos la nariz. Casi todos los artículos que puedes encontrar fueron escritos como bromas. De los estudios serios, hay unos pocos en el campo de la psicología, pero para la biología casi no hay nada. Un estudio muestra que hurgarse la nariz puede propagar bacterias como el estafilococo, mientras que otro muestra que las personas que comen sus propios mocos tienen menos caries dentales.
Según los científicos, al menos 12 especies de primates han sido nombradas hurgadores de nariz, incluidos los chimpancés y los orangutanes. Lo que aún está por descubrirse es si esta acción tan aparentemente “cotidiana” de tantas especies tiene alguna ventaja para la inmunidad o la salud bucal. [IFLScience]