Un día después de hacer historia, Elon Musk hace gala de su inconformismo diciendo que intentará recuperar uno de sus cohetes al completo (y no solo la primera etapa). “Las probabilidades de éxito son bajas, pero tal vez valga la pena intentarlo”, escribió en su siempre interesante perfil de Twitter.
Tras lanzar y aterrizar unos cuantos Falcon 9, incluido uno usado, SpaceX se prepara ahora para un vuelo de prueba del Falcon Heavy, un cohete con tres etapas inferiores diseñado para duplicar la carga que puede llevar el Falcon 9 a la órbita terrestre (y enviar misiones tripuladas a la Luna o a Marte). A finales de verano veremos un primer lanzamiento en el que podrían aterrizar las tres primeras etapas del cohete. Lo que no sabíamos era que Elon también estaba considerando recuperar su fase superior.
Cuando entre en funcionamiento, el Falcon Heavy se convertirá en el cohete más potente del mundo, por encima del Delta IV, y podrá llevar una carga de 54 toneladas a la órbita baja terrestre. Como puedes imaginar, todas las etapas de un cohete de estas características son extraordinariamente caras, y la posibilidad de reutilizarlas abarataría muchísimo los vuelos espaciales.
Pero recuperar la etapa superior (que llega más alto) es un desafío mucho más complejo. El propio Musk admite que las opciones son bajas. Luego le preguntan “si fracasa, ¿qué tenéis que perder?” y contesta: “buen punto, las opciones van de 0% a >0%”. Eso, la verdad, no nos dice mucho.
¿Qué más ha revelado Elon Musk sobre el lanzamiento de prueba del Falcon Heavy? Que su carga será “lo más estúpido que puedan imaginar”, como hicieron con la carga del primer vuelo de prueba de la nave Dragon, que como recuerda el fundador de SpaceX era una gigantesca rueda de queso (un chiste que inspirado por un amigo de Musk y los Monty Python).
Pues eso. Nuestro héroe Elon Musk, futuro Emperador de la Galaxia, tiene un sentido del humor bastante extraño. Pero cómo nos hace disfrutar...