La imagen que vemos en portada nos muestra a Hessy Levinsons Taft, una niña de ojos grandes que adornó la portada de varias revistas nazis, todas bajo el mismo eslogan: habían encontrado “el ario perfecto” a través de un concurso donde Joseph Goebbels la había nombrado ganadora.
Desde ese instante, la imagen se extendió a las postales y vallas publicitarias abriéndose camino a través de la Alemania nazi. Estaba destinada a ser un ejemplo para los padres de todo el mundo bajo el ideal de la “raza superior”. Sin embargo, pocos sabían entonces que el mismo Goebbels había seleccionado para la persona aria más bella del planeta a una chica judía.
El fotógrafo de la instantánea, Hans Ballin, originalmente tomó la imagen a finales de 1934. Lo hizo como una foto de bebé estándar para que los padres de Taft la conservaran. Unos meses después y sin consultarlo con ellos, Ballin envió secretamente su foto al concurso que los nazis habían anunciado. Y resultó ganadora.
La increíble historia de Hessy Levinsons Taft no termina ahí. Varias décadas después, en 1990, la mujer detalló la aventura de su vida en el Museo del Holocausto de Estados Unidos.
Una historia que comienza cuando los padres de Taft, Jacob y Pauline Levinsons, llegaron a Berlín en 1928, apenas unos años antes de que Hitler tomara el poder. La joven pareja, ambos judíos letones, soñaba con convertirse en cantantes famosos. Sin embargo, con el antisemitismo en aumento, Jacob y Pauline no pudieron conseguir trabajo. Arruinados y viviendo en un pequeño apartamento, Pauline dio a luz a su hija el 17 de mayo de 1934. Tal y como relató Taft:
Mi madre me llevó a un fotógrafo, uno de los mejores de Berlín. El hombre hizo una imagen muy hermosa, o una que a mis padres les pareció muy hermosa.
De hecho, los orgullosos padres pusieron la foto en la entrada de su casa. Unos meses después, una amiga de la familia les dijo que había reconocido la instantánea porque apareció en una revista de los alemanes. Con incredulidad, Pauline le pidió a la mujer que le comprara una copia de la revista. Y, efectivamente, el rostro de Taft estaba en la portada. Horrorizados de ver a su pequeña en la portada de una importante revista nazi, llamaron al fotógrafo. Ballin le explicó lo siguiente a Pauline:
Te explico lo que ocurrió. Me pidieron que enviara mis 10 mejores fotos para un concurso de belleza organizado por los alemanes. También había otros 10 fotógrafos destacados de Alemania. Así que 10 fotógrafos presentaron sus 10 mejores fotos. Y entre ellas envié la foto de tu hija. Querían encontrar el ejemplo perfecto de la raza aria para promover la filosofía nazi.
Sí, sé que tu hija es judía, pero también quería tener el placer de llevar a cabo esta broma. Y ya ves, tenía razón. De todos los bebés, escogieron a uno judío como el ario perfecto. Lo siento, pero quería ridiculizar a los nazis.
Si Taft y su familia se salvaron fue porque la historia se mantuvo en secreto desde entonces. Una pequeña batalla ganada contra los nazis con la que los Levinsons se reían de vez en cuando, incluso para el primer cumpleaños de Taft, su tía le compró una tarjeta nazi con su propia cara.
Taft se estableció en Estados Unidos a finales de los años cuarenta. Luego se casó y se convirtió en profesora de química en la Universidad St. John en Nueva York. En julio de 2014, Taft habló de todo ello al periódico alemán Bild: “ahora puedo reírme de aquello, pero si los nazis hubieran sabido quién era realmente, hoy no estaría viva”. [Wikipedia, Washington Post]