La situación es, afortunadamente, muy distinta a la del canal de Suez. Chesapeake es el estuario más grande de Estados Unidos. Mide entre 5 y 40 km de ancho y, a juzgar por los datos de seguimiento marítimo, el Ever Forward no está en una de las zonas estrechas donde pueda interrumpir el tráfico.

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De hecho, el resto de los barcos sigue transitando con normalidad mientras la Administración Portuaria de Maryland trata de liberar el buque. “Se han hecho esfuerzos desde anoche para tratar de liberar el barco y continuarán hoy. La Guardia Costera está monitorizando la situación”, decía un comunicado el lunes.

Evergreen, por su parte, sigue investigando la causa del incidente. La compañía naviera ha enviado buzos a inspeccionar el buque hoy martes por si estuviera dañado, y está participando en los esfuerzos coordinados para reflotar la nave.

Todavía no se sabe qué llevó al Ever Forward a encallar en el lecho fangoso de la bahía de Chesapeake. Un error del capitán o un mal funcionamiento pudo llevarlo a girar hacia aguas poco profundas. La cápsula VDR (la caja negra de los barcos) otorgará a los investigadores la información antes de que se haga pública. En cuanto al Ever Given, mañana volverá a pasar por el canal de Suez.