Unos investigadores que estaban inspeccionando un manuscrito del Nuevo Testamento en la Biblioteca Bodleian de Oxford descubrieron unos dibujos en los márgenes de un tomo medieval que creen que podrían haber sido hechos por una mujer llamada Eadburg.
Una técnica fotográfica llamada estéreo fotométrico ha sido lo que ha permitido sacar a la luz estos dibujos. Estas técnicas digitales de imagen permitieron a los investigadores ver e interpretar mejor las letras y los garabatos que había en los márgenes, que eran prácticamente invisibles a simple vista.

Las marcas fueron hechas en un libro llamado MS. Selden Supra 30, que era una copia del libro los Hechos de los Apóstoles del Nuevo Testamento.
Este trabajo forma parte del proyecto ArchiOx, una asociación entre las Bibliotecas Bodleian y la Fundación Factum, una organización que trabaja para preservar el patrimonio cultural por medio de tecnologías digitales. Según el blog de la Biblioteca Bodleian, los lectores y propietarios de manuscritos ocasionalmente escribían sus nombres en los libros. (¿Quién de nosotros no ha hecho lo mismo alguna vez?) La inclusión del nombre de Eadburg podría significar que era la dueña del libro o que lo había leído; tal vez ambos.
Curiosamente, señala el blog, el nombre de Eadburg aparece escrito 15 veces en el libro, un número sorprendentemente alto. En un par de casos, su nombre está precedido por una pequeña cruz (al fin y al cabo, se trataba de un texto bíblico).
Además de los nombres, los investigadores también encontraron figuras garabateadas en los márgenes inferiores de un par de páginas. Estas figuras estaban dibujadas con sus ojos, narices y bocas.
No está del todo claro quién era exactamente Eadburg. Los investigadores señalan que según sus registros hay nueve mujeres llamadas Eadburg que vivieron en Inglaterra entre los siglos VII y X. Una de esas Eadburgs fue abadesa en Kent durante el siglo VIII. Dado su acceso a los manuscritos, puede ser la misma Eadburg que hizo estos dibujos.
Esto podría alinearse también con las ubicaciones conocidas del libro. El estilo de escritura del texto indica que fue escrito en Kent, y una marca en su primera página sitúa específicamente su presencia en el monasterio de San Agustín de Canterbury.
Pero independientemente de quién sea realmente Eadburg, resulta notable que todavía sean legibles estos dibujos muchos siglos después. Eadburg probablemente también se sienta aliviada porque los investigadores descubrieron su tomo de Hechos de los Apóstoles y no su diario privado.