¿Quién dijo que las cámaras compactas estaban muertas? Entre las sin espejo de formato completo y las DSLR profesionales del stand de Sony hemos encontrado una pequeña joya que querrás llevarte de vacaciones. Se trata de la Cyber-shot DSC-HX95, una compacta de bolsillo con un zoom óptico espectacular.
Normalmente las cámaras superzoom tienen un formato denominado Bridge bastante voluminoso. Sony, sin embargo, ha integrado una óptica Carl Zeiss extremadamente pequeña, la Vario-Sonnar T High Magnification Zoom. Nadie diría que en una cámara tan pequeña se oculta un objetivo 25-720 mm que permite acercar el objeto a fotografiar hasta extremos muy sorprendentes.
Obviamente, con semejante óptica no puede llevar un sensor muy grande, pero al menos es un 18,2 megapíxeles y, en el poco tiempo que hemos pasado con ella, sí hemos podido comprobar que es bastante luminoso (hasta ISO 6400). En cuanto a la lente, está estabilizada, y cuenta con un sistema de autoenfoque al ojo muy rápido (0,09 segundos) y especialmente útil para capar objetivos en movimiento con precisión.
El procesador de imagen permite grabar vídeo 4K y ejecutar ráfagas de 10 fotos por segundo con un máximo de 155 imágenes. La pantalla es abatible hasta en 180 grados, y los entusiastas de los visores cuentan con uno abatible electrónico para cuando haga mucho sol. La DSC-HX95 puede transmitir imágenes a dispositivos Android o iOS mediante Bluetooth. Los menús son lo bastante configurables como para satisfacer a un usuario avanzado, con posibilidad de tirar en RAW, configurar el zoom por tramos o enfocar manualmente.
La cámara tiene, en definitiva, todo lo necesario para pasárselo en grande sin tener que cargar con nada muy voluminoso, y fotografiar a ese pato rebelde que se empeña en no acercarse como si lo tuviéramos posado en la mano. La DSC-HX95 estará disponible este mismo mes e octubre a un precio de solo 500 euros. Hay una versión llamada DSC-HX99 que añade pantalla táctil por 20 euros más.