El Joker es interpretado por el actor irlandés Barry Keoghan, de 29 años de edad, quien hasta ahora ha formado parte de grandes películas como Dunkerque de Christopher Nolan y la fascinante El sacrificio del ciervo sagrado junto a Colin Farrell, dirigida por Yorgos Lanthimos. Es un actor de mucho talento que incluso formó parte de una película de Marvel el año pasado, al interpretar a Druig, uno de los protagonistas de Eternals.

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Ahora lo vemos dar vida a una versión perturbadora del Joker, deforme y lleno de cicatrices, quizás por haber tenido esa experiencia de ser bañado en algún químico, como en los cómics, y con una relación muy particular con Batman, de archienemigos pero siempre en contacto, y el Joker siempre jugando con la mente del Caballero del a noche. “En realidad se parecen mucho él [Acertijo] y tú, ambos son enmascarados buscando venganza”, le dice le Joker en la escena eliminada a Batman, para de inmediato reírse a carcajadas.

Esta interacción, al mejor estilo de los cómics (algo que hemos visto en incontables historias, como The Killing Jake o The Batman Who Laughs, por ejemplo), y que también recuerda a la esencia de las conversaciones entre Clarice y Hannibal en El silencio de los inocentes, parecen ser la columna vertebral de la relación entre el Batman de Pattinson y el Joker de Keoghan, lo que sin duda la hace muy interesante y prometedora, y esperamos ver más de estos personajes en el futuro cercano de las historias de Batman en el cine y la televisión.