
A medida que el sol se pone hace 160 millones de años, sobre lo que se convertirá en el norte de China, algo pequeño vuela entre los troncos de los helechos arborescentes e intercepta una libélula en pleno vuelo, y después aterriza para tragar su premio. La criatura de ojos grandes y sorprendentemente linda es una especie de pterosaurio recién descrita llamada Sinomacrops bondei, aparentemente la respuesta de la evolución a la pregunta, “¿qué pasa si mezclamos una rana con un murciélago y un dragón?”
El animal está muy lejos de sus primos con pico más grandes que una vez arrojaron sombras masivas sobre el paisaje mesozoico. Sinomacrops era solo del tamaño de un gorrión y era mas un muppet con alas y cara de pug que una feroz bestia del cielo. Sin embargo, el pequeño gremlin era un pterosaurio. El Sinomacrops y sus parientes cercanos, los anurognátidos, fueron un extraño experimento evolutivo al ser un tipo muy diferente de pterosaurio.

Un equipo internacional de investigadores centrados principalmente en China y Japón examinó un esqueleto triturado y fosilizado que fue encontrado en una roca en la provincia china de Hubei. Con la ayuda de imágenes de rayos X especializadas, el equipo pudo descubrir cómo era el volador extinto hace mucho tiempo, identificándolo como un nuevo género y especie de pterosaurio y describiéndolo en la revista PeerJ.
Muchos pterosaurios posteriores fueron criaturas similares a las cigüeñas aterradoras, devoradoras de dinosaurios, pero los anurognátidos como el Sinomacrops tenían el porte y el físico de un nugget de pollo. Su pequeño cuerpo se mantenía en alto con un par de alas anchas y membranosas, que terminaban en una cola delgada que se arrastraba entre un par de patas pequeñas. La criatura lucía unos ojos enormes que miraban desde un rostro redondeado y de boca ancha.
El Sinomacrops probablemente también era peludo. Bueno, o al menos tenía algo de pelambre. Los anurognátidos y muchos otros grupos de pterosaurios parecen haber tenido una piel de “picnofibras” con mechones, un tipo de tegumento aislante que no era pelo o plumas, sino un tipo de cubierta totalmente diferente y evolucionado independientemente.

En algunas otras especies de anurognátidos, estas estructuras parecidas a pelos formaron cerdas que rodean la boca, similares a las cerdas largas que algunas aves tienen bordeando sus picos. Tales cerdas podrían mejorar efectivamente la ya impresionante boca abierta de las aves, ayudando a canalizar insectos voladores a sus bocas dentudas. Con sus ojos gigantes, se cree que los anurognátidos eran la versión jurásica de los murciélagos, que capturaban insectos en condiciones de poca luz. El Sinomacrops era básicamente un misil hecho de ojos y boca, impulsado por el hambre de insectos.
Megan Jacobs, paleontóloga de la Universidad de Baylor en Texas que no participó en esta investigación, dijo que el hallazgo es bastante emocionante. Los fósiles de pterosaurios son particularmente raros, ya que sus huesos delgados y huecos adaptados para volar no se conservaron tan fácilmente como los huesos de otros animales. Pero la nueva especie es especialmente interesante porque los anurognátidos, como grupo, se conocen a partir de material fósil muy limitado. El Sinomacrops puede ayudar a los científicos a construir una mejor imagen de cómo eran estas criaturas.
También le sorprende la forma de la cabeza del Sinomacrops. “Es muy redondo con grandes ojos orientados hacia adelante. La mayoría de los pterosaurios de este período tienen hocicos alargados llenos de pequeños dientes”.
Jacobs compara el nuevo pterosaurio con los porgs de Star Wars: The Last Jedi, un parecido sorprendente que no es la única en notar.
El fósil es particularmente interesante, según Jacobs, porque proviene del Jurásico tardío, un período en el que los pterosaurios realmente estaban comenzando a diversificarse y evolucionar hacia la miríada de formas inusuales que tomaron a fines del Cretácico. “Encontrar estos pterosaurios realmente nos da una idea de cómo comenzaron a adaptarse y alterar aspectos de su esqueleto”, explicó Jacobs.