Además, a mitad de las reparaciones se formó el famoso huracán Ella, y lo peor era que parecía estar de camino a Manhattan, aunque finalmente se desvió hacia el mar en lugar de probar los límites del edificio a medio reparar. Los refuerzos se completaron en septiembre de 1978, y toda la estructura fue reevaluada por motivos de seguridad.

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Ahora sí, tras las reparaciones el edificio era uno de los rascacielos más resistentes del mundo. Sin embargo, mantuvieron el secreto al público durante casi veinte años, hasta que apareció un artículo en el New Yorker en 1995.

Lo cierto es que si hay un héroe en esta historia, esa fue Diane Hartley, la estudiante de ingeniería que había identificado originalmente el error y alertado a LeMessurier. Ella salvó casi con toda seguridad cientos de vidas. En cuanto al ingeniero, los ejecutivos de Citicorp no le pidieron más de los 2 millones de dólares que su póliza de seguro cubrió, a pesar de que las reparaciones por sí solas costaron más de 7 millones. [Wikipedia, Slate, New Yorker]