En el min. 01:26 se oyen las dos palabras que Parseley nunca querría haber dicho. En su conversación por radio al Control de Tráfico Aéreo comunica que se ha quedado “sin motor”. A partir de entonces vemos que aunque tiene poca experiencia, el piloto logra buscar rápidamente un campo abierto para intentar un aproximamiento de aterrizaje.

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En apenas un minuto logra tocar tierra con éxito, y solo entonces vemos que la aparente calma con la que ha logrado el aterrizaje de emergencia se libera con un “Holy shit”.

Definitivamente, los pilotos están hechos de otra pasta. [YouTube]