
Sé que la frase está gastada, pero te prometo que este es el vídeo más increíble que vas a ver hoy. Y lo mejor de todo es que tiene final feliz.
El británico Harry Shimmin y otras ocho personas hacían una visita guiada a las montañas Tian en Kirguistán cuando Shimmin se separó del grupo para tomar unas fotos al borde de un acantilado. Mientras tomaba las fotos, oyó el sonido del hielo rompiéndose detrás de él, se volvió y empezó a grabar.
Lo que se ve en el vídeo es una brutal avalancha que aparentemente se origina en un glaciar. La nieve se desmorona por la ladera de la montaña con una fuerza inconmensurable, y a pesar de la distancia, avanza decidida hacia el joven.
Según su propio relato publicado en Instagram, Shimmin no podía huir, porque estaba en lo más alto del acantilado, pero sabía que tenía un refugio a su lado (un saliente de rocas). A pesar de ello decidió grabar la avalancha acercándose a toda velocidad hasta que ya no le quedó otra opción que refugiarse. Solo entonces, cuando la nieve lo alcanzó y el cielo oscureció, pensó que podría morir.
“Estar detrás de la roca era como estar en una ventisca”, dice Shimmin. “Una vez que terminó, la descarga de adrenalina me golpeó con fuerza, pero solo estaba cubierto de un polvo ligero, sin ningún rasguño. Me sentí mareado”.

Sustainable beauty
Caprea’s Essential Organic PH Cleanser is just $10 with promo code TEN. Normally $19, this foaming face wash is crafted with organic Monoi oil. It’s meant to target the production of oil secretion while protecting your skin against air pollution. Normally $19, you can save big on this richly-lathering face wash while supporting a brand that keeps the environment top of mind.
En cuanto al resto del grupo (ocho turistas británicos y un estadounidense, además de los guías), estaban más alejados de la avalancha, así que también sobrevivieron. Solo dos personas sufrieron heridas: una mujer joven que se cortó la rodilla y tuvo que salir a caballo hacia un centro médico, y otra persona que se cayó de un caballo y sufrió magulladuras leves.
“Todo el grupo reía y lloraba, felices de estar vivos (incluida la chica que se cortó la rodilla)”, escribe Shimmin. “Hasta más tarde no nos dimos cuenta de lo afortunados que habíamos sido. Si hubiéramos caminado cinco minutos más, estaríamos todos muertos”.
Al principio del vídeo se puede ver un sendero gris que serpentea por la hierba. Ese era el camino que habrían seguido, y que de hecho atravesaron más tarde, caminando entre enormes peñascos de hielo y rocas desplazadas.
“El camino discurre a lo largo de una cresta baja, ocultando la montaña de la vista, por lo que solo habríamos escuchado el rugido antes de que se apagaran las luces”.